Madresfera Magazine 17 - Septiembre 2018 | Page 16
[ HISTORIAS PERSONALES ]
estás haciendo. Tomas decisiones en función de un
objetivo que quizá ya no es ni el mismo por el que
empezaste a correr, pero no lo ves”, se lamenta. Pasó
por el duelo biológico que para ella era la ovodona-
ción y por un aborto, algo que marcó el futuro de los
acontecimientos: era momento de parar y replantear-
se la adopción, algo que siempre habían deseado y
que ahora tomaba más fuerza que nunca. Comenzó
así el tránsito por el camino de la reconciliación hacia
la idea de que no necesitaba gestar a su hijo “para ser
madre”.
EL CAMINO HACIA LA ADOPCIÓN
Para Laura siempre ha sido importante saber que la
adopción no es para ser padres sino para que los ni-
ños encuentren la familia a la que tienen derecho. Lo
considera un matiz muy importante porque cree que
lo que debe primar siempre es el interés de los niños
y no el de los adultos. “Cuando inicias un proceso de
adopción rellenas un formulario de “ofrecimiento”.
Te ofreces para ser madre de un crío que lo necesita,
no para “que te lo den”. No son ni hijos a la carta, ni
premios de consolación, ni vienen a satisfacer nues-
tros deseos. Y desde luego no debe hacerse como
acto altruista porque no son objeto de caridad. No, la
adopción no es para todo el mundo”, explica.
Si la llegada de un hijo siempre es un huracán
que pone todo patas arriba para volverlo a levantar,
quizás de otra forma muy distinta a como habríamos
imaginado, cuando lo hace con los cimientos de la
pareja a punto de caer puede ser, para Laura, “catas-
trófico”. En un acto de responsabilidad y de amor a
su hijo, decidieron separarse cuando las cosas empe-
zaron a ir mal para que la infancia de Jorge fuera una
infancia feliz. “Nuestra separación fue un proceso na-
tural, y aunque las separaciones no son nunca fáciles,
no fue algo drástico”, asegura.
Lo que ni de lejos imaginaba es que llegaría el amor
de nuevo. Y tan rápido. Estando ella enamorada como
nunca antes de su pequeño, y sin pretensiones de
emparejamiento alguna, se sucedieron una serie de
casualidades que les pusieron a ella y a su actual pa-
reja en el mismo camino una y otra vez. “Por más que
intentaba echarle de mi sendero, no había manera.
Estaba determinado a querernos y no le importaba
16
•
mama
• SEPTIEMBRE 2018