[ EDUCACIÓN ]
ras y gran parte del de-
talle de las ilustraciones.
Igual pasaría con los libros
de bebés, que necesitan
ser manipulados por el
pequeño como parte de
su exploración sensorial.
Pero hay géneros que sí
pueden adaptarse y ade-
más hacerlo muy bien”,
explica Eva.
“Hasta hace unos
años la literatura
infantil y juvenil
era un ámbito de
conocimiento muy
restringido”
Como ejemplo de géne-
ro que sí podría adaptar-
se, los primeros libros de narrativa para niños, para
los que el formato electrónico puede ser un soporte
igual de bueno que el papel, según la autora de Pe-
keleke: “Ambos soportes pueden convivir sin necesi-
dad de que uno sustituya a otro. Un ebook permite la
descarga inmediata, es más barato (lo que permite
leer más), no genera problemas de espacio (algo a
considerar en nuestras casas cada vez más peque-
ñas y cuando se tienen lectores voraces) y facilita
leer en cualquier dispositivo”.
Paula Martos, doctora en Historia, editora y crea-
dora del blog Yo, mí, me, con libro, aunque considera
positivo desde el punto de vista cultural el equili-
brio entre ambos formatos, cree que la LIJ es uno de
los géneros que más se está resistiendo a subirse al
carro de lo digital: “La edición digital en general se
está incrementando de manera lenta pero constante
y cada vez hay más lectores que se pasan al ebook.
Sin embargo, la edición digital de libros infantiles ha
experimentado una contracción significativa desde
el año 2012, según nos cuentan los últimos informes
del Observatorio de la Lectura ya que la literatura
infantil tiene unos condicionantes materiales que no
poseen otros géneros”.
Reconoce Paula que es una lectora nostálgica y
“bastante poco amiga de las pantallas” pero opina
que no hace falta ser un gran conocedor del sec-
tor para darse cuenta de que la lectura tiende a lo
digital. “Hay algunos cambios tecnológicos que van
a afectar a nuestros hábitos de lectura de manera
drástica. Desde hace muy pocos años estamos 24
horas al día conectados al resto del mundo a tra-
vés de nuestros móviles. ¿Cómo? Con muchas imá-
genes, sí, pero también con textos. Leemos a todas
horas. Desde nuestros móviles leemos el periódico,
el Facebook, leemos blogs, leemos el Twitter, leemos
80
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mama
• MAYO 2018
revistas... Leemos todo el
día. Algunos toda la noche.
Está claro que hay que sa-
ber aprovechar esta suer-
te de “fiebre lectora” para
conseguir que esos textos
que leen nuestros chicos en
sus móviles de última ge-
neración merezcan la pena
desde un punto de vista in-
formativo, artístico o litera-
rio”, añade.
Comparte esa idea Ro-
mán Belmonte Andújar, docente y autor del blog es-
pecializado en LIJ Donde Viven Los Monstruos, para
quien es importante utilizar los soportes y produc-
tos que nos ofrece la tecnología en pro de un cono-
cimiento diverso: “Aunque es cierto que la irrupción
de la tecnología en nuestras vidas durante las últi-
mas décadas ha diversificado la oferta de ocio y, por
tanto, ha restado tiempo a otras aficiones clásicas
como la lectura, también pienso que ha abierto nue-
vos caminos hacia ella”.
Para Román, los lectores siguen valorando el
objeto libro como un espacio interactivo más. “Es
un formato ad hoc, es decir, creado para albergar
lo literario, una idea que hemos interiorizado in-
conscientemente y que nos ayuda a seguir consu-
miendo literatura en un soporte analógico como
el papel. En definitiva, el libro como objeto sigue
teniendo una función en el universo cultural y hu-
mano”, explica.
El papel de las webs y blogs especializados en LIJ
Internet ha democratizado el acceso a la informa-
ción y a la cultura. Las redes sociales y los blogs per-
miten a los autores llegar a más gente, en diferentes
lugares del mundo, y eso permite una mayor difusión
de los contenidos. En este sentido, Eva Gracia insiste
en que la tecnología no es enemiga de la LIJ sino
todo lo contrario: “Las webs de literatura infantil, y
también sus redes sociales, son una fuente infinita
de recomendaciones extraordinarias de libros para
niños. Antes de Internet no teníamos un acceso tan
rápido, sencillo y directo a una base de datos tan
grande (y en constante movimiento) entre la que
elegir, además de estar fomentando la creación de
comunidades de padres que comparten mismos in-
tereses, en este caso la literatura infantil”.