[ CULTURETA ]
pio tono de color. Por eso en el libro cada mujer tie-
ne un color, es un símbolo de que cada maternidad
es única.
DO: Mencionas también que
apenas hay imágenes que re-
flejen la maternidad a lo largo
de la historia de la fotografía,
más allá de tesoros dispersos,
hasta llegar a la actualidad.
Sin embargo, ¿por qué crees
que las fotografías de emba-
razo de estudio no reflejan
una maternidad real?
NG: En la introducción realizo
un breve recorrido por la his-
toria de la fotografía de mater-
nidad, que progresivamente
ha ido tomando importancia
en nuestro imaginario colecti-
vo. En el caso de la fotografía
de estudio, el escenario es re-
creado, la iluminación es arti-
ficial y las poses que se adop-
tan suelen ser forzadas. Está
todo controlado y me parece
un concepto completamente
opuesto a lo que yo conside-
ro real. En el libro aparecen
las mujeres en sus hogares y
esto las sitúa en un contexto
que aporta veracidad a sus fo-
tohistorias. Además del esce-
nario, el tipo de iluminación es
natural y aparecen en momen-
tos de su vida cotidiana, con lo
cual se refleja una maternidad
real, sin filtros ni retoques.
“En la maternidad,
como en la
mayoría de las
experiencias
vitales, se va
aprendiendo por
el camino”
DO: Durante la elaboración
del libro has acompañado a
muchas de las mujeres que
forman parte de él e incluso
has estado presente en va-
rios nacimientos. Esa impli-
cación, ¿permite ponerte en
la piel de otra mujer de ma-
nera más real?
NG: La implicación durante un tiempo prolongado
y el acompañamiento profundo y cercano permiten
querer más a esa persona. Quererla “bien”, desde un
amor lleno de respeto por sus elecciones. A veces
no se trata de ponerse en su piel sino todo lo con-
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mama
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trario, de saber que no puedes ser ella ni entender
del todo por qué toma las decisiones que toma. Es
una posición humilde, de estar al servicio de esa mu-
jer y sus necesidades. Ella, a la vez, está al servicio
de su bebé, la vida que llega
a este mundo. Es un ejercicio
de amor incondicional, el mis-
mo amor que la mujer puede
darse a sí misma y que da al
bebé. Con lo cual creo que es
una labor digna y honorable.
DO: ¿Hasta qué punto es ne-
cesario separar esas historias
de tus propias vivencias y ex-
periencias con la maternidad?
NG: Para acompañar veo ne-
cesario olvidarse de la propia
historia y entrar en un estado
de total respeto hacia la per-
sona que tienes al lado. Evi-
dentemente tus experiencias
vitales te ayudan en esta labor
y puedes desarrollar la em-
patía a partir de situaciones
similares, pero sin perder de
vista que c ada mujer es única
y la forma de estar a su lado
también lo será. Creo que es
importante reflexionar con cu-
riosidad y sin juicio sobre las
propias experiencias vitales.
En mi caso además de mi pro-
pia experiencia de maternidad
me ha ayudado mucho viajar y
vivir en el extranjero estando
en contacto con personas de
culturas diversas. Observando
a otros desde una posición li-
bre de juicios puedes conec-
tarte más fácilmente con el
amor incondicional.
DO: Las fotografías de las mu-
jeres tienen una enorme fuer-
za en el libro. Y todas apare-
cen desnudas. ¿Por qué crees
que es importante mostrar el
cuerpo de la mujer embarazada?
NG: Porque el embarazo es poderoso. En la era de la
ciencia de Newton, dónde se prioriza lo que pode-
mos ver o tocar, la vida creciendo dentro del vientre
de una mujer sigue siendo en muchos aspectos un