Madresfera Magazine 16 - Mayo 2018 | Page 76

[ SALUD ] sas investigaciones, “la escuela es un marco ideal para promover há- bitos saludables alimentarios”. En ese sentido, Nur Al Ali señala tres argumentos de peso: por un lado que los niños pasan una media de ocho horas diarias en los colegios e interactúan varias veces a lo largo del día con los alimentos, interac- ciones que son en sí mismas “opor- tunidades para poder mejorar los hábitos alimentarios”. En segundo lugar, porque se- gún la fundadora de Cómo Como School, en el caso de los niños los amigos y los profesores “tienen un rol muy importante” como figuras a imitar, un rol que puede ser uti- lizado en beneficio de una alimen- tación saludable. En última instan- cia, por la parte lúdica que tiene la escuela, que en palabras de Nur “incide positivamente en cualquier aprendizaje que haga el niño”. Por eso los talleres y cursos que ella lleva a cabo en los colegios tienen siempre ese componente lúdico, lo que provoca que los ni- ños los vivan “con mucha alegría”: “Para ellos poder interactuar con 76 • mama • MAYO 2018 los cinco sentidos con los alimen- tos es pura diversión. Muchas ve- ces antes de empezar a cocinar, ya nos comentan que ellos cocinarán pero que no lo van a probar, pero una vez que han pasado un rato muy agradable cocinando con sus amigos se animan a probar la rece- ta y ¡les encanta!”. El comedor como centro de la educación nutricional Además de talleres y cursos, desde Cómo Como School se ofrece un servicio de revisión del servicio de comedor de los colegios porque éste, según Nur, “es una experien- cia que marca a nuestros niños y es un momento ideal para enseñarles a comer sano”. No en vano, para la dietista-nutricionista las experien- cias que vivimos y que viven ac- tualmente nuestros niños durante el servicio del comedor “afectan directamente a su relación con los alimentos y por lo tanto a su salud alimentaria”. Al respecto ofrecen una valora- ción nutricional del menú escolar, donde los mayores déficits que observa la experta son la falta de verduras de forma diaria y la gran cantidad de proteína que toman los niños (“pueden llegar a doblar el consumo de proteína que nece- sitan”); y también una valoración in situ de la propia experiencia del comedor porque “comer es un acto de placer y cualquier condicio- nante externo desagradable que interactúe con la comida puede interferir en nuestra conducta ali- mentaria. ¿Dónde te gustaría sen- tarte a comer? ¿En un lugar lleno de gente, con mucho ruido y poca luz? ¿o en un lugar luminoso, tran- quilo y acompañado de unas bue- nas risas?”, se pregunta a modo de ejemplo. En todas estas revisiones, así como en la petición de introducir la nutrición en el temario curricular, Nur, como todos los nutricionistas, se topan con múltiples resisten- cias. “Muchísimas más de las que os podéis imaginar”, afirma. Cues- ta cambiar costumbres muy arrai- gadas y “modificarlas, mejorarlas y adaptarlas a las verdaderas necesi- dades alimenticias de los niños” se convierte según la experta en una labor “muy complicada”.