[ EDUCACIÓN ]
Para Luis Castellanos, doctor en Ética y
licenciado en Filosofía y Letras por la
Universidad de Navarra, la presencia de
las palabras positivas en la educación
potencia la creatividad, la inteligencia, la
atención y, sobre todo, la felicidad. La
nuestra y la de quienes están a nuestro
alrededor. Así lo cuenta en Educar en el
lenguaje positivo: el poder de las palabras
habitadas (PAIDÓS), un manual para tomar
conciencia de la importancia del lenguaje
que utilizamos a diario en la crianza y la
educación de los niños.
POR DIANA OLIVER
Diana Oliver: Eres pionero a nivel mundial en la in-
vestigación del lenguaje positivo. ¿Cómo llegas a
esta especialización?
2001 fue un año fascinante para mí. Tuve la inmensa
fortuna de tener en mis manos un estudio sobre un
grupo de 678 monjas y aprender cómo se puede vivir
más años con mejores reservas cognitivas, físicas y
emocionales.
The Nun Study, que es como se llama el estudio,
demuestra el poder de las emociones positivas para
vivir más, ser más longevos con mayor bienestar y
felicidad. La salud emocional positiva está directa-
mente relacionada con la reducción de las tasas de
mortalidad.
Con este estudio aprendí, sobre todo, la importan-
cia del conteo de las palabras positivas en mi vida, del
aliento del lenguaje positivo. Una nueva y profunda
visión sobre el lenguaje y las palabras. Una innovado-
ra forma de “ver, sentir y actuar” en el mundo. Descu-
brí que el corazón de las emociones son las palabras
y que, una a una, son planes concretos para hacer
nuestros sueños reales.
DO: Hablas de ser “más longevos con mayor bienes-
tar y felicidad” pero ¿qué puede aportar el empleo
del lenguaje positivo a la educación y al desarrollo
cerebral de los niños?
Creo que aporta algo muy importante como es la
mejora constante en cuanto a cinco aspectos: me-
MARZO 2018 •
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