[ SANA-MENTE ]
“La etapa
infantil es
realmente
importante
para
convertir
la Alta
Sensibilidad
en un don
y no en una
dificultad
añadida”
reconoce la propia experta, “a
veces se puede dar la situación
de que el niño sea altamente
sensible y haya sido diagnosti-
cado con un trastorno, mientras
que otras veces se puede creer
que el niño es altamente sensible
y en realidad tiene un trastorno.
Incluso se pueden dar ambos ca-
sos o ninguno”. Para ayudar en la
identificación, desde PAS España
ponen a disposición de padres y
profesionales un test orientativo.
Explica Pérez Chacón que exis-
ten investigaciones que demues-
tran la importancia de la detec-
ción de la alta sensibilidad, ya
que los niños se benefician “de
tener una infancia y un apoyo
adecuados que les permiten de-
sarrollar todo su potencial y ta-
lento”. Por el contrario, el crecer
en entornos no adecuados, don-
de predomina la incomprensión,
provoca que estos niños tengan
mayor probabilidad de desa-
rrollar depresión y ansiedad en
edad adulta. “La etapa infantil es
realmente importante para con-
vertir la Alta Sensibilidad en un
don y no en una dificultad aña-
dida”, reflexiona la presidenta de
PAS España.
¿Y qué consejos dan los expertos
a los padres de niños altamente
sensibles? Karina Zegers de Beijl
apunta a la necesidad de “pausas”
en el día a día de los menores y a
la no conveniencia de actividades
extraescolares: “el peque PAS ne-
cesita tiempo para estar a solas”.
También, como avisa a los padres,
que la saturación de estímulos que
sufren estos niños “puede desem-
bocar en rabietas”; y que acostum-
bran a tener el umbral del dolor
bastante bajo. “Es importante es-
cucharles siempre y tomarles en
serio”, añade la experta, que anima
a los padres a evitar frases del tipo
“es cosa de niños”, “no llores”, “esto
son tonterías”, “mira Fulano, éste
sí es fuerte”, “tienes que aprender
a defenderte” y un largo etcétera.
“Procuremos como educadores
siempre darles el mensaje de que
no son defectuosos, que no tienen
por qué intentar ser más fuertes
(ya lo son y mucho, además), que
mostrar sus emociones no es algo
feo o de niñas”. ■
Un don hereditario
La alta sensibilidad es hereditaria, así que un hijo
altamente sensible es sinónimo de que el padre, la
madre o ambos lo son también. “Normalmente los
padres prestan atención a las características de sus
hijos y a cómo éstas están afectando a su día a día.
Los padres tienen muy lejos sus vivencias de niño,
pero a través del trabajo en consulta, muchos se
ven reflejados y conectan con el niño que fueron.
De este modo descubren que ellos son y fueron
niños altamente sensibles”, afirma Pérez Chacón.
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•
mama
• ENERO 2018
“Que los padres descubran que son PAS ellos
mismos a través de sus preocupaciones por sus
peques es bonito, ¿verdad?”, se pregunta por su
parte Zegers de Beijl, que no obstante deja claro
que “lo ideal” sería que esos padres ya tuviesen
el conocimiento de su alta sensibilidad de forma
previa “para poder acompañar bien y desde el
principio a su hija o hijo sensible”. Eso sí, más
vale tarde que nunca.