Madresfera Magazine 14 - Enero 2018 | Page 39

“Todavía me dura el temblor de que mi historia se publicara hace unos meses en un sello que yo he leído mucho” Premio El Ojo Crítico de Narrati- va por tu primera novela, La hija del comunista. ¿Estos comienzos se llegan a soñar o uno no los concibe ni en sueños? Al premio Ojo Crítico uno no se presenta, así que la sorpresa y la ilusión que me produjo fueron enormes. Que alguien pusiera su mirada sobre la novela... Todavía me dura el temblor de que esa historia se publicara hace unos meses en un sello que yo he leído mucho, Caballo de Troya, que algo que yo había trabajado en la intimidad pudiera ser leído por un desconocido. Por soñar, que no quede, pero no, esto no lo concebía para nada. Almudena Grandes la ha seleccionado como mejor novela de 2017 y hay quien habla de ti ya como “la nueva revelación literaria española”. Eso, unido al éxito del libro, ¿supone una presión añadida de cara a una hipotética segunda novela? Almudena Grandes ha sido muy generosa conmigo. Que alguien a quien has leído casi toda su obra diga lo que ella ha dicho de La hija del comunista es muy bonito, además, viniendo de quien trabaja desde la ficción por la memoria de una forma tan valiente. Sobre lo otro que dices, pienso que es un titular. Así que, cuando me siente a escribir, no me podré agarrar a nada más que hacerlo de la misma forma en que lo hice con La hija del co- munista, con pasión y trabajo. para escribir y para leer. Eso es peligroso, sí. Además de escritora eres pe- riodista. Si tuvieses que elegir entre periodismo y literatura… Imagínate que yo fuera econo- mista, carpintera, científica. ¿Me harías esa pregunta? Seguramente no, tienes razón. Es cierto que se trabaja en am- bos con la palabra, pero de for- ma muy diferente. También es cierto que el periodis- mo hace oficio a la hora de buscar y contar historias. Pero una cosa es contar la verdad y otra muy diferen- te crear verosimilitud, es decir, que sea creíble. Pero te voy a responder así: estudié periodismo porque me gustaba escribir. Como periodista, si no me equivoco en ejercicio, ¿cómo ves la profesión en mitad del tsunami que lleva años suponiendo internet y las redes sociales? Ahora mismo no me dedico apenas a la información sino a la comunicación, aunque sí hago colaboracio- nes. Yo misma he alterado mi forma de acceder a las noticias. Para mí, el cambio se dio durante el 15-M. Los medios tradicionales no me contaban lo que ocurría a pocas calles de mi casa. Estaban obviando la voz de miles de personas. No les interesaba informar de algo que ha cambiado indudablemente el espacio político en nuestro país. Creo que ahora hay que ser más consciente de quién ha selecciona- do las noticias por ti. Cada usuario ha creado un gatekeeper parti- cular, privado. Y eso se les sigue escapando a los medios. A la vez, leo a periodistas preocupados, su- plicando el clic en su noticia. Son las leyes de la publicidad. Es la nueva y vieja batalla. Cada vez más exigente, cada vez más denostada esta profesión nuestra. Y al mismo tiempo, necesa- ria, indispensable. Pero en mi casa nos gusta leer el periódico, qué exóticos, ¿no? “Ahora hay que ser más consciente de quién ha seleccionado las noticias por ti” Lo cierto, en todo caso, es que te has hecho u n hueco en un mundo muy difícil. ¡Y eso que solo tienes 832 seguidores en Twitter y no se te conoce canal de Youtube! Entonces, ¿832 seguidores es poco? Yo estaba tan feliz con ellos. Vaya. Depende con quién te compares, claro, pero desde el punto de una empresa de marketing sí, desde lue- go. ¿Significa esto que todavía hay esperanza para la literatura? Claro que sí. La literatura tiene muy poco que ver con las redes sociales. Y estas mucho que ver con la promoción de los libros y el marketing editorial. Me parece bien que se publiquen libros de gente porque tiene miles de seguidores en redes sociales. Porque puede que, además, tengan algo que contar. No es incompatible. Pero no se da siempre. En mi caso, la única relación que realmente veo es la de cómo las redes sociales se adueñan de parte de mi tiempo Hace 20 años te hubiese dicho que no, pero hoy un poco sí, la verdad. Te preguntaba antes si hay esperanza para la literatura. ¿La hay para el perio- dismo? La hay en cuanto a que necesitamos que siga ha- biendo profesionales que formulen las preguntas adecuadas, las incómodas, y que contextualicen los hechos. Y para eso dará igual la plataforma y la forma del mensaje. ENERO 2018 • mama • 39