que hemos empezado a contabili-
zar las muertes. Antes se podían
producir en el mismo número,
pero no se contaban, no importa-
ban y se consideraba que pertene-
cían al ámbito doméstico e incluso
se hablaba de “arrebatos pasiona-
les” y otras expresiones que afor-
tunadamente ya han quedado en
desuso. Esta Ley permitió que se
empezaran a contar, pero sin em-
bargo hay muchas víctimas que
no figuran en esas estadísticas,
porque no se computan las muje-
res en situación de prostitución, el
caso de amigas que también han
sido asesinadas por las parejas de
las víctimas, aquellas en las que no
existe relación de pareja.
Y además sí, tenemos un número,
pero no conocemos sus nom-
bres, sus historias. Estas mujeres
son heroínas porque cuando se
produce un acto de violencia de
género lo que el hombre está
castigando es a una mujer que ha
desobedecido al patriarcado. Por
lo tanto nos estamos olvidando
de las historias que hay detrás de
cada asesinato y en la medida
que sigamos invisibilizando esto
nos estaremos perdiendo una
parte de nuestra historia. Algún
día tendremos que empezar a
hablar de la memoria histórica y
de la responsabilidad que tiene
el Estado, las instituciones y la
sociedad por sostener un siste-
ma en el que las mujeres son
consideradas tan ciudadanas de
segunda que incluso pueden lle-
gar a ser asesinadas.
Justo sobre esto que comentas
de pedir explicaciones al Estado
te quería preguntar también.
¿Hay explicación para que se
haya tardado tanto en adoptar
medidas políticas, aunque sean
mínimas, como este pacto para
hacer frente a esta lacra impara-
ble?
La razón es muy fácil de enten-
der. Como te decía, tenemos tan
asimilado socialmente que las
mujeres son ciudadanía de se-
gunda que no importa que nos
estén matando, que nos estén ro-
bando nuestro tiempo, que nos
paguen menos, que nos estén
poniendo un techo de cristal del
que no podemos pasar. La lógica
de nuestra sociedad es patriarcal
y machista, así que todo lo ve-
“Que según el CIS la violencia de
género no importe demasiado a los
españoles ha provocado que los
políticos no hayan tenido urgencias
con el tema”
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•
mama
• NOVIEMBRE 2017
“Para poder ver
que el maltratador
está utilizando a
las niñas y niños
para hacer daño
a su pareja es
necesario tener
visión de género”
mos desde esa óptica y como es
normal, y como entendemos que
siempre ha sido así, pues no solo
no le ha importado a nuestros re-
presentantes políticos, sino que
cuando se hacen las encuestas
del CIS siempre nos ha importa-
do mucho la corrupción, el paro,
el terrorismo de ETA, pero no los
asesinatos de mujeres. Así que
claro, los políticos no han tenido
demasiadas urgencias con un as-
pecto que según el CIS no impor-
ta demasiado a los españoles y,
por lo tanto, no les iba a dar mu-
chos votos.
En muchos de los testimonios
que hemos recogido para este
dossier, las mujeres denuncian
que sus parejas utilizaban a sus
hijos como arma para hacerles
daño. ¿Reco ge el código penal o
habla el nuevo Pacto de Estado
de este aspecto?