Madresfera Magazine 12 - Septiembre 2017 | Page 48

[ BLOGUEROS EXPATRIADOS ] Creo que la culpa de esta moda son las empresas españolas que han enviado trabajadores al extranje- ro de forma temporal pero al final se está utilizando este término de forma general para hablar de lo que siempre se ha llamado emigrantes. Parece que suena mejor eso de expatriado. Yo me siento emigrante y Canadá me reconoce como inmigrante y ya está, no hay más. maternidad era algo que a veces te planteabas con ilusión, pero otras afirmas con enorme valentía que no encontrabas espacio para un bebé en vuestras vidas. Tras la experiencia defines ser madre como algo “abrumador, agotador hasta el límite máximo y que asusta, pero a la vez es fascinante”. ¿Cómo valoras estos seis meses desde que vino al mundo tu Little One? DO: Encontraste trabajo relativamente rápido y estableciste una rutina, una estabilidad. Sin embar- go, pese a haber logrado tu objetivo inicial, sentías que aún quedaba mucho camino para la verdadera adaptación porque sentías una enorme soledad. ¿Cómo se vive algo así y qué pensamientos pasan por tu cabeza? E: Para mí hay un antes y un después muy claro desde el nacimiento de mi hijo. Todo lo que pasó antes de su nacimiento lo recuerdo como algo muy lejano, como de una vida anterior. De alguna forma, una nueva “yo” nació el día que nació él. Al principio, esto era tan marcado que me costaba reconocerme, poco a poco mi antiguo yo y el nuevo se están reencontrando y fundiendo en uno que es lo que ahora me define como persona y madre. E: Una vez que pasa el primer año, y una vez conseguida una estabilidad y una rutina, te preguntas bueno, ¿y ahora qué? Además te empiezas a dar cuenta de que cua nto mejor te va en tu país de acogida más difícil es que vuelvas a tu país de origen y ese pensamiento puede dar vértigo. “Cuando me convertí en madre de pronto me encontré muy sola con mi hijo, sin nadie con quien hablar en todo el día” Yo vine aquí voluntariamente y dispuesta a aprender del país y de la cultura y además vine acompañada de mi pareja. Creo que eso facilita las cosas pero aun así es difícil. No sé cómo me sentiré a la vuelta de unos años si sigo por aquí. He conocido de todo, gente que vino hace 20 años y sigue renegando de este país y echando de menos España y gente que ni siquiera vuelve de visita o vacaciones porque ya tienen toda su vida aquí. El hecho de tener un hijo creo que de alguna forma te obliga a adaptarte. Durante todo el proceso de la maternidad he conocido mejor el sis- tema sanitario, de ayudas a las familias, guarderías, colegios, etcétera y cuanto más conoces más “en tu casa” te sientes. DO: En marzo de este año te convertías en madre tras un embarazo que has definido como “solita- rio” y que tampoco disfrutaste especialmente. La 48 • mama • SEPTIEMBRE 2017 Estos seis meses han tenido distintas fases. El postparto fue duro; recuperarte de una cesá- rea, asumir que no tienes fuerza ni ánimo para seguir luchando por instaurar la lactancia ma- terna, falta de sueño, hormonas revolucionadas... Pasada esta fase, vino otra donde tuve mo- mentos muy malos. De pronto me encontré muy sola con mi hijo, sin nadie con quien hablar en todo el día, ni con quien compartir dudas, miedos y demás. Pero esa fase también paso y es cuando empecé a disfrutar de verdad. Sigue siendo solitario a ratos, cansado y agotador, pero ahora son más los ratos divertidos, asombrosos y muy especiales. DO: Tu hijo llegaba a las 38 semanas tras una induc- ción por el riesgo que suponía la colestasis que se presentó en el último trimestre de tu embarazo y todo aquello lo viviste con cierta sensación de irrea- lidad. ¿Qué has echado de menos en el puerperio? E: Lo que eché de menos fue estar mejor acompañada y apoyada. Mi familia estuvo conmigo al 100% pero creo que les faltaron recursos para acompañarme me-