Madresfera Magazine 12 - Septiembre 2017 | Page 45

“Todas éramos mejores madres antes de serlo pero cuando te conviertes en madre te das cuenta realmente de lo difícil que es” Suelo decir que con la maternidad pasa lo mismo que con el seleccionador español de fútbol de turno. Cuando llega un mundial en España hay 40 millones de entrenadores y todos saben más que él. Cuando una madre tiene un hijo resulta que todos saben más que ella y se sienten con capacidad de opinar sobre sus decisiones… ¿Tienes la sensación de que internet y las redes sociales han ahondado en ello? Internet y las redes sociales han dado voz a muchísima gente. Para bien, porque yo aprendo muchísimo, pero también para mal. Las redes sociales multiplican el efecto de todo lo que se hace y se dice. hay que edulcorarla porque también tiene su lado oscuro y menos bonito. En ese sentido, ¿mides mucho lo que dices-publicas en las redes o no cambias tu forma de ser por los comentarios que puedan suscitar tus reflexiones? Hace mucho tiempo que pensé que yo solo sé ser yo. Si a alguien le molesta, que se vaya a otra parte. Y me ha funcionado bien, porque a mucha gente le gusta que me muestre tal y como soy. Hablando de exposición. La de tu pequeño Pepe Bowie en las redes sociales, sobre todo en Instagram, te ha generado no pocos dilemas. Es que es un tema muy interesante y al que he dedica- do muchas horas de reflexión. El padre de mis hijos es contrario a las redes sociales, y más aún si es con sus hijos, así que al principio no subía nada de Pepe. Lue- go le convencí y empecé a hacerlo, porque al final me muero si no subo algo y comparto mi felicidad. Pero también es verdad que llegó un punto que miraba mi perfil de Instagram, que ponía que era de Tania Llase- ra, y había más fotos de mi hijo que de mí. Y bueno, me di cuenta de que tenía que hacerlo con un poco más de cabeza. No voy a dejar de sacarle, porque eso es imposible para mí, ya que mi vida es al 90% mi hijo, pero sí que es verdad que he empezado a hacerlo con más criterio. De todas formas estoy segura de que la generación de mis hijos tendrá su álbum de fotos publicado en redes, así que esto que a nosotros nos da miedo a ellos les parecerá de lo más natural. Tus reflexiones, por cierto, ahondan muchas veces en el aspecto menos edulcorado de la maternidad. Sin embargo, no siempre son bien recibidas. ¿Cuesta reconocer públicamente esos aspectos de la materni- dad que lucen menos y desgastan más? Parece ser que a mucha gente sí, pero la maternidad, como todas las cosas de la vida, tiene sus luces y sus sombras. Y yo prefiero estar bien iluminada, pero tener una sombra bien grande. Me gusta disfrutar la materni- dad tanto en lo bueno como en lo malo. Y me gusta la gente que es de verdad, las madres que muestran que no todo es blanco e impoluto. Se agradecen esas dosis de realidad hoy en día, que muchas veces en las redes sociales da la sensación de que todas las vidas son perfectas e ideales. A veces da la sensación de que por reconocer ese lado más oscuro una es peor madre. ¿Sientes que hay una imposición de la felicidad alrededor de la maternidad? Sí, totalmente. Y me da mucha rabia. Hay mucha gente que piensa que la maternidad le va a solucionar la vida y le va a dar la felicidad. Y no, eso lo consigue uno mismo. Que nadie tenga un hijo para ser feliz. Sé feliz tú y luego multiplícate. Me parece un timo y mucha gente se pega un tortazo con la realidad porque les han prometido el oro y el moro con la maternidad. La experiencia es muy dura y cansada. Y es para siempre. Es un trabajo para toda la vida y eso hay que tenerlo muy en cuenta. La maternidad es preciosa, pero no Supongo que habrá quien te diga que si no quieres que te critiquen, no te expongas. Como si exponerte diese derecho al apaleamiento generalizado. Las redes sociales son la Inquisición 2.0. Sí que es verdad que por mi trabajo estoy muy expuesta, pero también es verdad que mi propia naturaleza me lleva a hacerlo. Me gusta compartir, sobre todo lo bueno. ¿Por qué no voy a hacerlo? Si alguien me quiere criticar que lo haga. A mí no me molesta. En todo caso me enriquece. Esa reflexión la empezaste tras leer un artículo del diario El Mundo sobre social sharenting. ¿Ahora entonces podríamos decir que te encuentras en un punto medio? Sí. Me muevo en esa dicotomía entre los derechos del menor y mi pasión por compartir mi felicidad y la belleza que veo en mi hijo. Es una lucha interna bestial, porque quieres proteger a tu hijo, pero a la vez estás deseando compartirlo con toda la gente que lo adora. Es muy complicado. Con la experiencia que ya llevas acumulada con Pepe, ¿vas a cambiar alguna de tus decisiones de cara a la crianza de tu segunda hija? No. Creo que lo estamos haciendo como nos gusta, tanto mi marido como yo. Seguiremos fieles a nuestro criterio (risas). SEPTIEMBRE 2017 • mama • 45