Madresfera Magazine 12 - Septiembre 2017 | Page 16
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no podría alejarme de la Madres-
fera, dejar de leer a las demás,
hablar vía Twitter o levantarme
con las risas de Mónica mientras
me tomo el café.
AC: ¿Qué dirías que es lo mejor
que te ha aportado el blog?
“Podría pausar
el blog y dejar
de escribir,
pero no podría
alejarme de la
Madresfera”
L: Para mí el blog es una es-
pecie de terapia en la que he
ido sacando muchas cosas que
tenía dentro. Experiencias de la maternidad que no
son bonitas ni brillantes. Momentos tristes y oscuros.
Mucha inseguridad y miedo. Me sentía un poco sola
con toda esa carga. Por lo general se comparte lo
bueno de la maternidad, y hay muchas cosas buenas.
Pero hay otras de las que no gusta hablar.
Mi cesárea de urgencia supuso un antes y un des-
pués en mi vida. Fue una experiencia muy traumática
que terminó en uno de los momentos más felices y
emocionantes de mi vida. Yo era una antes de entrar
en el quirófano y salimos siendo dos. Nadie me había
preparado para una cesárea en los cursos de prepa-
ración al parto. La cesárea no es el “parto normal”
así que se pasa un poco por encima del tema. Poder
compartir mis sentimientos ha sido un regalo.
AC: ¿Y la Madresfera? ¿Qué destacarías de ella?
L: La Madresfera es esa tribu que antes se forma-
ba por familiares, amigas, vecinas, compañeras de
trabajo; gente que se juntaba a charlar sobre sus
experiencias y compartían los trucos y la forma en la
que afrontaban el día a día con sus peques, llevado
al mundo de Internet.
No es un mundo ideal, dentro de Madresfera hay afini-
dades, ideas contrarias, familias muy distintas y a cada
una le va bien una cosa. Y en la maternidad hay dema-
siados jardines en los que meterse, es muy fácil ofender
porque tocamos la fibra intima de los demás, lo más
importante, nuestros peques. Lo bueno es que es tan
grande que siempre puedes encontrar alguien afín.
APRENDER A SER MADRE
AC: ¿Qué te ha aportado Loki y la maternidad?
L: Necesitaría varias revistas para poder contestar a
esta pregunta. La maternidad es como aparecer en
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mama
• SEPTIEMBRE 2017
un planeta extraño y aprender
un nuevo idioma, unas nuevas
costumbres, una nueva forma
de moverte porque tu cuerpo
no responde igual que antes. Y
una se mira y parece la misma,
pero a la vez no se reconoce.
Desde que llegó Loki a mi vida
veo las cosas de forma diferen-
te. No es que haya cambiado
de forma de ser o de pensar,
es como si ahora viera un poco
más. Hay detalles que antes no veía, cosas que pasa-
ba por alto y ahora noto.
AC:¿Te ha ayudado ser psicóloga a afrontar la expe-
riencia, a relativizar las cosas, a tener herramientas
para afrontar el lado menos amable?
L: Sí y no. Por un lado, ser psicóloga me ha ayudado
a tener un montón de conocimientos de base que
otras mamás van adquiriendo con lecturas, blogs, o
en el día a día. Yo ya los tenía. Esos conocimientos
no son solo datos, también herramientas, formas de
gestionar las cosas y sobretodo me ayuda a identi-
ficar mejor mis emociones o saber cuándo necesito
ayuda. Pese a lo que muchos pueden pensar, estu-
diar psicología no es como ponerse una vacuna con-
tra las enfermedades mentales. Igual que ser médico
no te protege contra un resfriado.
Llegué a mi parto con muchas expectativas y luego
resultó una experiencia verdaderamente estresante.
Llegué a casa con estrés postraumático y me costó
meses volver a un estado “normal” mientras trataba
de hacerme a la vida con un recién nacido. Es cierto
que lo logré sin ayuda de un especialista, pero habría
sido más rápido y fácil con ayuda.
Quizás empecé a distribuir mal el espacio en mi
maleta en ese momento, en el que lo primordial
era recuperar mi estado anterior para cuidar del
bebé. No por mí, por el bebé. Por otra parte parece
que al ser psicóloga tengo un manual secreto del
cuidado de niños que me permite que no cunda el
pánico si tiene fiebre, contestar de forma asertiva
a los consejos no pedidos, saber siempre por qué
llora, conseguir que duerma del tirón… El mundo
espera de mí más que de las otras madres, y es di-
fícil gestionar esas expectativas. Pero, como todas,
voy aprendiendo.