Madresfera Magazine 11 - Julio 2017 | Page 83

[ SOLIDARIDAD ] E n 2009, apenas un par de años después de la explosión de la crisis económica, un estu- dio de la Universidad de Comillas fijaba en 350.000 los niños que pasaban las tardes solos en sus casas, de los menores que ya cargaban con la responsabilidad de unas llaves que abrían las puertas de hogares vacíos. Apenas ocho años después, la encuesta llevada a cabo por Educo y Salvetti & Llombart eleva esa cifra hasta 580.000 niños, menores de entre seis y tre- ce años que este verano pa- sarán la mayor parte de los días en soledad, sin un adul- to como referente. “A través de entrevistas con trabaja- dores y educadores sociales, así como con especialistas en economía, hemos consta- tado la estrecha relación de este fenómeno con la preca- riedad laboral y la escasez de recursos de los hogares. Re- cursos económicos, de tiem- po y de relaciones familiares y sociales de apoyo a las fa- milias”, afirma Clarisa Giame- llo, directora de Educación y Acción Social de Educo. cada vez mayor, de lo que en el informe de Educo han llamado “un ritual posmoderno” que se observa clara- mente en países occidentales u occidentalizados. Para la portavoz de la ONG hablamos de “un espacio de ais- lamiento que emerge en esta etapa de la modernidad que ya no nos necesita como productores sino como consumidores”. En ese sentido, según Clarisa Giamello, “el aislamiento combina bien con una crianza frente a las pantallas y los eslóganes de felicidad y consumismo”. “Los niños de la lla­ ve son un síntoma del em­pobrecimiento de la pobla­ción, de unas familias que trabajan durante largas jor­nadas, a veces incluso en varios empleos a la vez, para continuar sin poder llegar a fin de mes, para seguir siendo pobres” Porque los niños de la llave son un síntoma del em- pobrecimiento de la población, de unas familias que trabajan durante largas jornadas, a veces incluso en varios empleos a la vez, para continuar sin poder lle- gar a fin de mes, para seguir siendo pobres. “Dejar solos a los hijos es parte del proceso de autonomía de ellos, pero quien tiene la tarea de su educación y cuidado sabe cuándo y cómo hacerlo. Quien no tiene la posibilidad de esa decisión y debe hacerlo porque no queda otra alternativa, lo vive con miedo, con in- seguridad y desasosiego. Se trata de una perdida de bienestar del entorno familiar que tiene y tendrá su precio”, explica Giamello. También es esta situación un reflejo del aislamiento de las familias, de la falta de vínculos, de una soledad La pobreza tiene cara de niño Afirma la directora de Edu- cación y Acción Social de Educo que en España “la pobreza económica tiene cara de niño desde finales de los años 90”. Da igual que hablemos de etapas de crecimiento económi- co o de recesión; o de go- biernos de izquierdas o de derechas. Siempre, según Giamello, se ha manteni- do al grupo de población de los menores de 18 años “con porcentajes más ele- vados de riesgo de pobreza y exclusión social” que entre otros colectivos. “Que no voten puede ser un acelerador o una explicación de esta situación, pero lo cierto es que uno de cada tres niños viven en ries- go de pobreza en España, y eso se mantiene así en la última década”, añade. Y esa pobreza lleva aparejada la exclusión, un es- tigma marcado a fuego. Así lo corroboran las inves- tigaciones de Educo sobre bienestar de la infancia, que destacan la importancia que los niños otorgan al aspecto relacional, a poder disfrutar del tiempo y de actividades con sus iguales: “Cuando les hemos pre- guntado a los niños se reafirma que lo que más les preocupa no es la falta de recursos, sino la exclusión de actividades, y la vergüenza de no poder participar en igualdad de condiciones con sus pares. “La pobre- JULIO 2017 • mama • 83