[ SALUD ]
sos económicos que hay que des-
tinar a su atención. Es, por tanto y
según Barrio, “un problema de sa-
lud pública en la edad adulta” que
no obstante, alerta, cuando apa-
rece en la edad pediátrica, entre
los adolescentes, es de más rápida
evolución y tiene un mayor riesgo
de complicaciones crónicas: “Los
estudios en esta franja de edad
demuestran que la alteración de la
función de la célula beta evolucio-
na con mayor rapidez perdiéndose
antes la capacidad compensadora
de producir insulina para superar la
resistencia a la insulina y mantener
una glucemia normal. Por ello, una
característica de la diabetes tipo 2
en la edad pediátrica es una más
rápida evolución de la enfermedad
que se acompaña de un mayor
riesgo de complicaciones crónicas
junto a una más rápida evolución
de las mismas”.
Diagnosticada la diabetes tipo 2
en un niño se inicia, durante un pe-
riodo de 6 meses, según explica la
portavoz de la SED, un control de
la ingesta (no solo de las calorías
sino también de los distintos com-
ponentes de la dieta) acompañado
de educación nutricional tanto al
paciente como para la familia. Esta
formación nutricional va acompa-
ñada de la realización de ejercicio
progresivo hasta llegar a 1 hora al
día. “Si con esto no es suficiente
para controlar la diabetes se añade
metformina (que es el único antidia-
bético oral permitido en esta edad)
y si así y todo no se controla la dia-
betes, se añade insulina”, afirma.
Por regla general con el cumpli-
miento de la dieta y del ejercicio
pautado, a veces junto a metformi-
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mama
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“Una
característica
de la diabetes
tipo 2 en
la edad
pediátrica es
una más rápida
evolución de
la enfermedad
que se
acompaña
de un mayor
riesgo de
complicaciones
crónicas”
na, la diabetes “puede ser controla-
da durante varios años”. Algo que,
según Raquel Barrio, no sucede por
ejemplo en Estados Unidos, “don-
de el control de la diabetes tipo 2
del adolescente es muy deficiente”.
Añade la doctora que hablamos de
pacientes que “precisan educación
diabetológica y, sobre todo, moti-
vación continuada para conseguir
la adherencia al tratamiento”.
Prevenir mejor que curar
Pese a que, como afirma Roque
Cardona, la concienciación social
sobre la diabetes “ha aumentado
mucho por el efecto de las cam-
pañas que realizan las autoridades
sanitarias, así como los médicos
de atención primaria”; y a que,
como añade Raquel Barrio, la in-
cidencia de la obesidad en edad
pediátrica se haya estabilizado en
algunos países, lo cierto es que
sigue quedando mucho por ha-
cer en el terreno de la prevención.
En ese sentido, la portavoz de la
SED explica que habría que po-
ner en los colegios e institutos “la
obligación de ejercicio diario así
como dar enseñanza de cómo es
una ingesta saludable”; también
“limitar la publicidad” de todos
aquellos alimentos que induzcan
la aparición de obesidad así como
gravarlos con impuestos mayores;
al tiempo que se transmite a la po-
blación “los riesgos que compor-
tan la existencia de obesidad so-
bre la salud, tanto a corto como a
largo plazo”.
No en vano, como explica Roque
Cardona, “favorecer la alimenta-
ción basada en la dieta medite-
rránea familiar, dificultar el acceso
a bebidas azucaradas y bollería
industrial y facilitar en la medida
de lo posible que el ejercicio físi-
co y la movilidad sean parte del
día a día de cualquier niño”, po-
drían ser las mejores herramientas
posibles para acabar con la obe-
sidad y el sobrepeso y, con ellos,
con la diabetes. Así lo atestiguan,
según Barrio, numerosos estudios
nacionales e internacionales que
demuestran “que los cambios en
el estilo de vida son los más efica-
ces para retrasar la aparición de la
diabetes tipo 2” y para acabar, por
tanto, con la “diabesidad”, que de
no ponerle freno y remedio ame-
naza con convertirse en la pande-
mia del siglo XXI. ■