Madresfera Magazine 11 - Julio 2017 | Page 31

rrero, “los niños adoptados suelen llevar un equipaje, a veces muy pesado, sobre los hombros. En su mayoría son niños abandonados, rechazados o separados de sus familias biológicas (los tres princi- pales motivos), y hacen falta he- rramientas para manejar los trau- mas que su pasado pueda haberles dejado”. LA MOCHILA EMOCIONAL La maternidad/paternidad adop- tiva se diferencia sustancialmente de la biológica porque cuando ha- blamos de adopción siempre hay un niño que, independientemente de la edad, tiene una familia de origen y unas vivencias previas. En este sentido, Belén Ruiz opina que es importante recordar que, “en la mayor parte de los casos, un niño con la condición de adop- table ha llegado hasta allí después de haber vivido situaciones de im- portantes carencias físicas, emo- cionales, situaciones de negligen- cia, daños… por lo que necesitará unos padres especialmente sensi- bles, atentos y disponibles que puedan entenderle y atender sus necesidades”. Y es que, la herida emocional que provoca la falta de cuidados, el abandono, la renuncia a conti- nuar la crianza por parte de los padres biológicos o la retirada de la tutela por casos graves de ne- gligencia o maltrato suponen una pérdida importante para cualquier bebé, niño o adolescente, aunque ésta es más evidente, según José Luis Gonzalo, psicólogo clínico y psicoterapeuta especializado en traumaterapia y trastornos del apego, en los niños menores de tres años, ya que este periodo de la vida se considera muy sensible: “Durante los tres primeros años no solo se desarrolla el vínculo del apego, también se sientan las ba- ses de la seguridad, la confianza y la regulación emocional, claves para que el niño geste una repre- sentación de sí mismo y de los de- más como alguien digno de ser amado, respetado y valorado”. “Los niños adoptados suelen llevar un equipaje, a veces muy pesado, sobre los hombros y hacen falta herramientas para manejar los traumas que su pasado pueda haberles dejado” Las consecuencias se reflejan, según José Luis Gonzalo, “tanto en el área cognitiva (retrasos inte- lectuales, problemas para com- prender su propia mente y la men- te de los demás) como emocional-sensorial (dificultades para regular los impulsos, las emociones, el deseo, los estados internos…), lingüística (retrasos en la aparición del lenguaje oral, alteraciones en el lenguaje com- prensivo y expresivo) y psicomo- triz. Y todo afecta al final “a la vin- culación afectiva con los nuevos cuidadores, las relaciones con los iguales y a la relación con la nueva familia adoptiva llegado el caso”. En definitiva, estos menores ex- perimentan problemas para adap- tarse a la nueva vida, un proceso ya complicado per se. Lo sabe Lila Parrondo, psicóloga y desde el año 2000 directora del centro de información, preparación y apoyo psicoterapéutico para familias adoptantes Adoptantis, desde donde proponen a los padres en espera hacer el ejercicio inverso: “¿Cómo te sentirías si hoy te co- munican que mañana por la ma- ñana vendrá una familia nueva a JULIO 2017 • mama • 31