[ BLOGUEROS EXPATRIADOS ]
quedaba con la impresión de que las madres eran
perfectas. A veces veía fotos de salones en condi-
ciones en las que el mío no está ni recién ordenado,
niños haciendo actividades todos tranquilos, niños
cocinando en una cocina impecable, mamás que
están siempre sonrientes abrazando a sus hijos... Y
mientras yo con mi casa patas arriba, mi hijo cam-
biando normalmente de actividades cada cinco
minutos o pasando de mis propuestas e inventando
“sus propias actividades”, la cocina como si hubie-
se pasado un huracán después de hacer galletas,
yo a veces con mi cara de agotada o mis ganas de
echarme a llorar. Pensé que quizá no era una “típi-
ca mamá bloguera”, pero me parecía importante
mostrarme como soy, sin endulzar, porque la mater-
nidad no hace falta endulzarla para que sepa bien.
La maternidad es dura, pero tiene algo que la hacer
preciosa, genial, que simplemente vale la pena. A día
de hoy no tengo ningún tipo
de complejo con mi “imperfec-
ción”, soy consciente de que
he cometido y seguiré come-
tiendo errores. Creo que lo más
importante es ser consciente
y hacerlo lo mejor que pode-
mos con las circunstancias que
tenemos.
que nos llevamos bien y creo que si un día necesita-
mos algo podré contar con ellas, así que no estamos
totalmente solos.
DO: ¿Te has sentido en algún momento sola en este
tiempo?
Sí, muchas veces. Creo que a veces la soledad que
siento es una especie de “soledad emocional”: sentir
que hay ciertas cosas en las que sé que las amigas
que tengo aquí no van a ser capaces de entender-
me. Aunque hay respeto y nos llevamos muy bien,
llevar un estilo de crianza diferente siempre distan-
cia un poquito.
DO: ¿Qué medidas para la conciliación y la crianza,
ya sean económicas o logísticas, hay en Alemania?
“En materia de
conciliación creo
que Alemania
está mucho mejor
que España”
DO: Cuando se vive fuera, lejos
de vuestra tierra, los expa-
triados soléis sentir cierta soledad por no tener a
la familia o a los amigos o conocidos cerca. ¿Tenéis
apoyo allí de algún tipo?
PC: La verdad es que no y, como dices, es lo más
duro, o al menos para mí. Además, yo tengo muy
buena relación con mi familia y mi hijo se lo pasa
genial cada vez que vamos de visita: con los abue-
los, con los tíos, con sus primos... En Alemania
tenemos amigos, pero poco a poco sus hijos han ido
entrando en el kindergarden, de manera que por la
semana es difícil verlos. De todos modos, aunque
las mamás son buenas amigas mías, no sé decirte
por qué exactamente pero no siento ese vínculo
que siento con otras amigas mamás que tengo en
España o incluso que he conocido online. Yo creo
que puede estar relacionado con el hecho de que no
tengamos el mismo estilo de crianza, pero insisto en
52
•
mama
• JULIO 2017
PC: En materia de conciliación
creo que Alemania está mucho
mejor que España. Seguro que
todavía hay aspectos mejorables
y no todo el mundo está conten-
to, pero sabiendo cómo es en
España yo personalmente estoy
contenta con el sistema alemán.
El permiso para quedarse con
los hijos sin ir a trabajar en Ale-
mania puede extenderse hasta
los 3 años del niño sin que pueda haber despido, de
manera que durante ese período el padre o la madre
tienen derecho a volver a su puesto en el momento
en que lo deseen. Durante el primer año, el padre o
la madre que decida quedarse con él recibirá dos
tercios de su salario (desde un mínimo de 300 euros
al mes hasta un máximo de 1800). Si el que se quede
con el bebé no estaba trabajando en el momento en
que nace, recibirá 300 euros durante esos 12 prime-
ros meses (es decir, el mínimo establecido).
Además, hay una ayuda de 190 euros al mes por
cada niño hasta los 18 años, por los dos primeros hi-
jos, 196 euros al mes por el tercero y 221 por cada uno
de los siguientes. Existe también un suplemento para
familias que no tienen suficientes ingresos, que según
el alcance de éstos puede ser de un máximo de 140
euros más mensuales.