Madresfera Magazine 08- Enero 2017 | Page 42

COMPRENDER EL SUEÑO INFANTIL
● LA HISTORIA PERSONAL ●
Pecho , brazos , y porteo , mucho porteo … El niño necesitaba estar pegado a mí , y si lo dejaba en su hamaca o cuna , lloraba . Recuerdo que en los primeros meses comía de pie en la cocina con el niño en brazos . Según fue creciendo y empezó a entretenerse , por el día era más llevadero .
Aunque estaba prácticamente todo el día despierto por lo menos no lloraba tanto . A partir del año ya no se echaba ninguna siesta , ni en casa ni en la guardería ( la cuidadora a menudo nos decía que nunca había visto nada igual ). Mientras los pequeñines se echaban la siesta , a mi hijo lo pasaban a la clase de los mayores porque al no dormirse no les dejaba pegar ojo a los demás .
Cuando empezó el colegio con tres años , se despertaba dos o tres veces por noche . A las 7.00 arriba y hasta las 21:30 que lo acostábamos no paraba . Ahora tiene 7 años . Todavía se despierta mínimo una vez por la noche , se viene a nuestra cama y enseguida concilia el sueño . Se acueste a la hora que se acueste a las 8:30 se despierta .

Normalidad o problema De bebé nos decían que era normal y nadie le daba importancia a lo que pasaba . Los pediatras en las revisiones nos preguntaban por el sueño del bebé , les decíamos lo que había y decían que “ ya maduraría ”. Así que como el niño estaba bien , sano , apenas se ponía malo y estaba muy espabilado , no nos preocupábamos en ese aspecto . Yo pensaba que era culpa mía , que no lo estábamos haciendo bien . Fueron momentos muy duros , tanto a nivel físico como emocional .

Cuando cumplió los cuatro años , sí que empezamos a preocuparnos . De repente tanto los profesores como su pediatra lo dejaron de ver normal . Los primeros en dar la voz de alarma fueron los del cole . No entendían que nunca se echara la siesta , y menos que no “ parara quieto ”. Nos derivaron a la psicóloga del cole . Recuerdo que aquel día lloré mucho . A la preocupación de que no durmiera se unía la de que le pudiera traer problemas de comportamiento . La palabra hiperactivo salió en aquella reunión y yo me asusté .
Hablamos con la pediatra y nos dijo que tampoco era normal . Me sentía culpable por todo lo que le pasaba al peque , y el no dormir aún hacia que estuviera más sensible con el tema . Nos derivaron a neurología , para descartar que tuviera alguna alteración neurológica que le impidiera dormir . Fueron unos días de mucha angustia . Yo le veía sano , inteligente , despierto , movido , pero se empeñaron en que algo no iba bien ….
Cuando nos dieron los resultados y descartaron cualquier alteración del sueño , y mucho menos alteraciones neurológicas , creo que fue uno de los días más felices de mi vida . El neurólogo nos dijo lo que nosotros habíamos pensado todo este tiempo : que cada niño es como es , unos necesitan dormir más y otros menos . Y que nuestro hijo no tenía ningún problema en absoluto .

Las expectativas de los padres Cuando vas a la revisión de la semana con tu hijo , lo primero que te pregunta el pediatra es por la lactancia y el sueño . El entorno , lo mismo . Incluso es habitual que la gente relacione “ ser bueno ” con dormir “ bien ”. Y no falla : en cuanto un bebé llora si ha comido ya , enseguida te sueltan la frase de “ Este niño lo que tiene es sueño ”. El entorno te hace creer que dormir en sinónimo de salud ; todo lo achacan al comer y al dormir . En esa época recuerdo que me llegaba a obsesionar porque si no dormía se iba a poner malo . Ahora lo recuerdo y siento pena , pero por mí , ¡ lo que sufrí sin motivo ! Yo me empeñaba en que durmiera , y el pobre no tenía sueño .

Nos empeñamos en que los niños duerman las
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