Madresfera Magazine 08- Enero 2017 | Page 30

Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia ( IHAN ), que opina que “ publicaciones como las guías de sueño o la guía de práctica clínica sobre trastornos del sueño en la infancia , en la que se habla de “ higiene del sueño , provoca que los padres piensen que todos los bebés tienen que dormir de una determinada manera ”. Sin embargo , el pediatra cree que “ muchas de las sugerencias de las guías se basan en opiniones de expertos , no en pruebas científicas ”.
Coincide María Berrozpe , quien añade que si bien “ el sueño sufre cambios muy significativos desde la vida prenatal hasta la vejez ”, no puede establecerse un patrón de horas fijo para todos los niños ya que “ existe una enorme variabilidad entre las necesidades de sueño de unos a otros ”. Insiste la bióloga por tanto en que en base a esto cuando unos padres acuden con a un especialista preocupados por el sueño de su hijo , “ muchos profesionales abogan por estudiar concienzudamente al niño que tienen delante y observar si durante la vigilia manifiesta síntomas de haber dormido mal , más que pensar en si duerme 8 , 9 o 12 horas a una determinada edad ”.
¿ SE PUEDE “ APRENDER ” A DORMIR ?
A finales del siglo XIX , momento en el que coinciden diversos cambios sociales ( como la incorporación masiva de las mujeres a la cadena productiva ) con la progresiva evolución de las disciplinas científicas , comienza a teorizarse acerca de la forma de crianza o de las “ necesidades ” de los bebés y de las madres . Surgen aquí las primeras

“ Hay evidencia científica que encuentra asociaciones negativas entre estos sistemas de entrenamiento del sueño y el desarrollo cognitivo y emocional ”

recomendaciones acerca del sueño infantil (‘ Das Buch der Mütter ’ de Marie Susanne Kübler o ‘ The Care and Feeding of Children ’ de Emmett Holt ) que darán pie ya casi a finales del siglo XX a los conocidos entrenamientos para dormir .
Así , en 1985 , Richard Ferber publicaba ‘ Solve Your Child ’ s Sleep Problems ’, un libro en el que hablaba del Método Ferber o Ferberizacion , un entrenamiento gradual que consiste básicamente en enseñar al bebé a calmarse solo ( entre los 3 y los 5 meses de edad ) dejando que llore por un período determinado antes de ir a atenderle y aumentando dicho período hasta conseguir su total independencia para dormir . El libro fue revisado por el pediatra en 2006 e incluyó modificaciones . En 1987 , por su parte , el pediatra Marc Weissbluth publicaba ‘ Healthy Sleep Habits , Happy Child ’ y daba un paso más animando a los padres a dejar llorar al bebé sin ir a atenderlo hasta que el llanto “ se extinguía ”. Finalmente , en 1996 , el médico catalán Eduard Estivill lanzaba ‘ Duérmete niño ’, un libro basado en las teorías anteriores de extinción del llanto , presentado como la solución “ científica ” al “ problema de sueño infantil ”. “ En los años ‘ 70 y ‘ 80 la comunidad científica se plantea un “ problema ” porque muchos niños , aproximadamente el 30 %, duermen mal ”, explica Francesc Segarra , colaborador de Eduard Estivill . ¿ Qué tipo de problemas ? “ Son problemas para dormirse . De ese 30 % de niños que tienen insomnio , más o menos el 95 % es por causas de tipo “ conductual ”, y otro 5 % por causas médicas ( reflujo , piel atópica , alergias , infecciones )”. En aquellos momentos , según el psicólogo , arrancan unas investigaciones que concluyen que esos niños “ necesitan ” de un tratamiento porque las consecuencias de dormir mal “ pueden ser importantes ”. La siguiente cuestión sería cómo tratarlos . En palabras de Segarra , se llega a la conclusión de que “ los métodos que demuestran eficacia clínica , a largo plazo y que no tienen efectos secundarios son los tratamientos de tipo conductual para los insomnios que son de tipo conductual ”.
30 • mama • ENERO 2017