[ EL POST DEL MES ] año , mientras que la ciencia afirma que esto puede suceder incluso a los 3 meses . Todo este desconocimiento produce unas expectativas erróneas que a la vez producen muchísima frustración tanto a los niños como a los adultos .
MM : En la sociedad actual , ¿ crees que está , en general , “ mal visto ” que no se haga uso de castigos ni del famoso “ cachete a tiempo ”?
RF : En general , sí . Tendrías que ver algunos de los mensajes que recibo cuando escribo sobre el tema de los castigos , físicos o no . Básicamente nos acusan de todos los males de la sociedad , y , según estas personas , nuestros hijos están abocados a la cárcel , a las adicciones , lo cual es tan ilógico que da risa . El problema es que para la mayoría , los castigos y el cachete son las únicas herramientas que conocen para criar a sus hijos , y piensan que si los eliminas lo que te queda es la nada ; el “ todo vale ”. Y no es así . La permisividad es tan dañina como lo contrario . Estoy convencida de que los niños necesitan límites , y que nuestro papel es ayudarles a aprender cuáles son esos límites , y también cuáles quieren que sean sus límites . Tienen que aprender a respetar los límites de los demás , y a esperar respeto sobre sus límites . El problema parte del papel del adulto como controlador , cuando en realidad debería ser guía .
MM : ¿ Qué efectos crees que tienen esos castigos y cachetes ?
“ Esperamos de los niños cosas para las que no están preparados y no les damos la oportunidad de hacer otras para las que sí lo están ”
RF : El tema de los cachetes no es cuestión de opiniones sino de evidencia científica . Recientemente se han publicado los resultados de un meta-análisis de todos los estudios sobre el castigo corporal , no los malos tratos , sino los cachetes de toda la vida . En total se han analizado estudios que abarcan un periodo de 50 años y más de 160.000 individuos . Las conclusiones eran que el único punto “ a favor ” es que sirven para cambiar el comportamiento en el momento , pero van perdiendo efectividad con los años . A cambio de esa mínima ventaja , los cachetes aumentan el riesgo de agresividad , de sufrir abuso en el futuro , de problemas de salud mental y autoestima , daños en la relación con los padres ... Y estamos hablando repito del cachete en el culete , el brazo o la mano . Personalmente , creo que los castigos no físicos tienen los mismos riesgos y ya hay estudios que apuntan a esto , pero todavía las conclusiones no son definitivas .
MM : Dices “ olvídate de los consejos apocalípticos que te avisan de los peligros enormes de que te tomen la mano y se te suban a las barbas ”. Explícanos , ¿ por qué crees que la crianza respetuosa se confunde con la ausencia de límites ?
RF : Cuando los castigos y los cachetes son las únicas herramientas que conoces , la ausencia de eso te parece la nada . Si no haces eso significa que no haces nada , y que lo permites todo . Recuerdo que en una entrevista reciente al juez de menores Emilio Calatayud , éste decía que la ley que aprobó el gobierno de Zapatero ilegalizando el castigo físico en España había quitado a los padres “ la posibilidad de corregir a los hijos de forma razonada ”. Me entristeció muchísimo leer eso porque es una personalidad muy reconocida en el tema de la educación y la reinserción juvenil . La solución no está en seguir permitiendo algo que está demostrado que es muy dañino sino en facilitar a los padres otras herramientas . Y en eso estamos muchos , en intentar divulgar las muchas herramientas que hay que ayudan a establecer límites con respeto y sin dañar .
MM : ¿ Qué dirías que son unos límites adecuados ?
RF : Los mínimos , en mí opinión , son los que se establecen por salud , seguridad , y respeto a los demás y a uno mismo . A partir de ahí , puede diferir en cada casa . Tal vez para ti la higiene diaria sea un límite firme pero para mí tenga más margen para la negociación . En mi opinión , los límites tienen que ser los justos y necesarios . No podemos estar todo el día diciendo “ no ” a los niños o limitándoles , porque
18 • mama • ENERO 2017