Madresfera Magazine 07 - Noviembre 2016 | Page 19

[ EL POST DEL MES ] IIII no 4 madresfera magazine Lee el artículo completo en MAMA 04 E Como el hámster en la rueda l 27 de abril, la bloguera Alejandra Villaverde emocionaba a la blogosfera maternal con un post sacado directamente de las entrañas en el que explicaba que se sentía “como un hámster en la rueda, corriendo, intentando salir adelante, gastando fuerzas y energías pero sin capacidad para salir del mismo punto” en el que se encontraba. Y es que, esta gallega afincada en Huelva desde hace 20 años no duda en reconocer que su familia es “un sueño hecho realidad”, pero que también ha sentido el peso de la soledad: “La maternidad es maravillosa y dura a partes iguales.” “Nadie ni nada te libran en esta vida de una mala racha, pero tengo la sensación de que en lugar de mejorar vamos a peor. Y no soy persona de quejarme ni soy negativa. Siempre levanto la cabeza, pienso en positivo y tiro adelante, pero llega un momento en el que una se harta de tener que pelear día sí, día también, y de ver que por más que pones de tu parte las cosas no se solucionan. No soy de piedra y ya llevo demasiado encima. Siento que llegará un momento en el que me venga abajo, aunque pongo todo de mi parte por que no sea así. La tri-maternidad me tiene agotada. No la tri-maternidad en sí, sino llevarla casi toda en solitario, porque cuando el padre acompaña y se lleva entre dos es otra cosa, pero el hecho de que esté trabajando fuera y no pase por casa ni para renovar la ropa de la maleta, que todo el trabajo y responsabilidad de los niños caiga exclusivamente sobre mi 24 horas al día 7 días a la semana, sin descanso, me tiene desbordada. Y no puedo quejarme, porque si me quejo la culpa es mía porque nadie me mandó tener tres hijos. Lo que nadie comprende es que el problema no es tener tres hijos: el problema es que mi marido se vea obligado a estar fuera tanto tiempo por trabajo, eso que le ha faltado durante cuatro años, al que se agarra cual clavo ardiendo a pesar de estar mal pagado y obligarlo a no ver a sus hijos, incluyendo perderse el nacimiento y casi todo el primer año del pequeño, por el simple motivo que o acepta ese trabajo, o no hay otra cosa.” NOVIEMBRE 2016 • mama • 19