[ SANA-MENTE ] que “ una misma situación es vivida de tantas maneras como personas ” y que , incluso , “ una misma persona según el momento vital puede reaccionar de formas distintas ”. La muerte de un hijo produce emociones muy intensas de tristeza , dolor , rabia , sufrimiento , desesperación o vacío y estar así , insiste Sara , “ no es estar enfermo , es la reacción a la pérdida ”. Sí que , desde la experiencia de la psicóloga , “ puede producir alivio expresarse sintiéndose escuchado , compartir inquietudes , llorar , recibir afecto de amistades y familia , sentir a la pareja cercana y receptiva , tener el apoyo y la comprensión que se necesite o , simplemente , sentirse acompañado en silencio ”.
Hace tres años que Cheli perdió a Luna y afirma que “ el amor por ese hijo es eterno , como lo son las ganas de tenerlo ”. Sin embargo , poco a poco , “ haciendo el camino del duelo ”, y pese a que el dolor por no tenerlo es inmenso , cada vez son más los momentos en los cuales al recordar a su bebé , sonríen . “ Son momentos de conexión y amor ”, nos dice .
No ayuda en este proceso de superación que la sociedad occidental niegue el dolor y la muerte , especialmente la perinatal ya que , como nos explica Sara Jort , “ ésta , además , conjuga varios tabúes : muerte , reproducción y sexualidad ”. Es por esta razón que , según cuenta a Madresfera Magazine la psicóloga , “ a este duelo se le ha llamado el duelo “ desautorizado ”, ya que no tiene el impacto social de otras muertes , y por tanto no son públicamente reconocidos ni socialmente expresados ”. Pero la familia que pierde a su bebé “ necesita que su entorno reconozca el dolor que sufre , entienda que cada duelo es único y cada familia vive y expresa la pérdida como puede y sabe . Si la familia necesita hablar acerca del bebé o de ese embarazo deberíamos escuchar atentamente , no cambiar de tema . Estar disponibles para cualquier cosa que necesiten . Cualquier afirmación que niega la existencia del bebé , relativiza el sufrimiento que conlleva o intenta acelerar el proceso de duelo puede ser vivido como doloroso aunque se haya dicho desde la mejor de las intenciones ”, apunta Sara . Laura Perales , por su parte , opina que , además , “ tenemos que cambiar la concepción de lo que significa estar “ bien ” ya que , según la psicóloga , “ no se trata de negar lo que uno siente para ponerse una careta socialmente aceptable . Se trata de sentir y expresar lo que se siente en cada momento . En el duelo , contactar con el dolor es necesario pero nos han enseñado a no manifestar nuestra tristeza , porque molesta . Si alguien llora en público , lo primero que hace es esconderse o pedir perdón , ¿ por qué ? Tapamos nuestro dolor e intentamos que los demás tampoco lo manifiesten ”.
Bien conoce Cheli el dolor que producen las frases desafortunadas . “ Entiendo que la gente dice determinadas cosas para ayudar , o para ayudarse a ellos mismos . Es muy fuerte pensar que un hijo puede morir y creo que por eso la mayoría de la gente prefiere poner una tirita encima y pasar a otra cosa . Es muy difícil estar al lado de alguien con un dolor tan grande , tan crudo ”. La argentina opina que lo ideal es no decir nada que pretenda calmar el dolor viendo “ el lado positivo ”. “ Mi hija ha muerto . No hay un “ por lo menos ”, no hay lado positivo ”. Sí cree que ayudan las frases que muestran amor y comprensión hacia ella , hacia su familia . “ A veces un simple “ lo siento ” es suficiente . Otras , no hacen falta palabras , un simple abrazo dice mucho más ”, concluye Cheli .
El proceso de despedida y duelo
Tener la oportunidad de despedirse por última vez del bebé tiene gran importancia para el posterior bienestar físico , psíquico y emocional de las familias . Esa despedida no siempre pasa por haber visto al bebé , ya que es una decisión muy personal que dependerá de las necesidades y sentimientos de cada persona . “ Cada familia encuentra su propia manera de decir adiós . Se puede realizar un ritual de despedida religioso si se es creyente o algo más individual , tanto inmediatamente como después de un tiempo . Pero , lo que no cabe duda es que es un proceso necesario ”, apunta Sara Jort .
Cheli está de acuerdo con la psicóloga y nos explica que , además , no cree que haya una fórmula para lograr que la despedida sea perfecta . “ Lo que necesitamos es poder hacer libremente , con apoyo
132 • mama • NOVIEMBRE 2016