Madresfera Magazine 05 - Julio 2016 | Page 59

“Hoy en día las mujeres podemos elegir si queremos ser madres o no porque es una elección, no es una obligación.” crecer, compartir... Pero también me parece lo más difícil del mundo, y lo más duro y agotador. Cada día aprendes con ellos y de ellos. Para mi ser madre es una experiencia única, transformadora, motivadora, que me ha dado alas y que me ha ayudado a querer ser mejor en todo momento. ¿Cómo voy a enseñarles a mis hijos a ser buenos y comprometidos si yo no lo soy? Yo soy su ejemplo, su espejo, por eso es muy importante que vean en mí esa persona que a mí me gustaría que fueran. Mis hijos no han decidido nacer, es una elección mía, por tanto es un compromiso con ellos de una importancia tremenda: tienes en tus manos un material humano maravilloso, una página en blanco en la que tú vas a ir escribiendo. Para escribir ese libro bien hay que invertir tiempo. Yo no sólo quiero un mundo mejor para mis hijos sino que quiero dejar unos hijos buenos para este mundo. Ese también es mi compromiso para hacer un mundo mejor. Precisamente sobre maternidad te lanzas a rodar en 2012 un documental que bajo el título ‘Madre’ muestras cinco formas muy diferentes de vivir la maternidad. Yo creo que la maternidad hoy en día es muy diferente a la de nuestras madres o a la de nuestras abuelas. La maternidad puede ser de dos mujeres, de dos hombres, de una sola mujer, de un hombre. Un niño hace una familia. Antes la idea era que un niño necesitaba a un papá y a una mamá pero hoy esto ha cambiado y hay muchos modelos de familia. En ‘Madre’ yo quería contar una maternidad contemporánea, los modelos de maternidad diferentes que puede haber, todos igualmente válidos, pero que nunca pueden ser iguales porque ninguna mujer es igual que otra. Dices que “la forma en que vivimos ahora la maternidad no tiene nada que ver con cómo la vivieron nuestras madres o nuestras abuelas”. ¿Crees que lo tenemos más fácil o más difícil que ellas? Mucho más difícil. Es verdad que ellas trabajaban muchísimo en el hogar pero es que nosotras además de trabajar mucho en el hogar trabajamos fuera. La conciliación es nuestro caballo de batalla, ese al que nunca llegamos, y que se traduce en un montón de renuncias personales porque no hay más tiempo. ¿Crees que valora la sociedad actual la maternidad? ¿A las madres? La sociedad actual no sólo no premia la maternidad sino que no está trabajando en el ser humano, no pone el foco en él. La prueba de ello, insisto, la tenemos en la conciliación. En España a las 8 de la tarde hay gente que todavía está trabajando, ¿cómo puede ser eso compatible con las cenas, los baños, los deberes de los niños? En Europa a las 5 de la tarde están ya todos en sus casas, con sus familias. Lo que es importante no son las horas presenciales sino los objetivos y el ser humano. Si nos centráramos en eso todos seríamos más felices porque tendríamos más vida personal, más vida familiar, y eso mejoraría nuestra calidad de vida. ¿Es difícil la conciliación también para Mabel Lozano? Dificilísimo, como para todas. Yo impongo horarios en los rodajes para estar al lado de mis niños pero también tengo que viajar muchísimo por lo que para mí la conciliación es una utopía. Con el sentimiento añadido de la culpabilidad que parece que sólo tenemos las mujeres. ¿Quizás somos demasiado exigentes con nosotras mismas queriendo abarcar demasiado? ¿Se nos exige mucho desde fuera a las madres? Creo que nosotras mismas nos exigimos demasiado. Con la edad vas relativizando mucho más las cosas y piensas que no tienes que ser la mejor profesional ni la mejor madre. Esto es una carrera de larga distancia en la que no hay descanso y en la que tenemos que hacerlo lo mejor que podamos, pero que admite relevos, que son muy necesarios. Mi marido Eduardo y yo somos un equipo en ese sentido y estamos comprometidos al cien por cien con nuestros niños y con nuestra familia para poder seguir avanzando. ■ JULIO 2016 • mama • 59