Madresfera Magazine 05 - Julio 2016 | Page 23

[ PUBLIRREPORTAJE ] Historias C uentan los libros de historia que en la década de los años ’30, más concretamente en 1938, las cifras de mortalidad infantil ascendían hasta 65 por cada 1.000 nacimientos en Finlandia. Hoy, casi 80 años después, el país nórdico tiene una de las tasas más bajas del mundo, con 2,52 muertes por cada millar de niños menores de un año. En la Unión Europea, sin ir más lejos, esa tasa se sitúa en 4. En España en 3,3. En un país en guerra como Siria, en 15,61. En Liberia, en 2015, en 67,5. Los mismos números que Finlandia, tres cuartos de siglo después. ¿Y qué paso en Finlandia para que sus cifras hayan descendido de una forma tan drástica? Avances sanitarios, tecnológicos y sociales al margen, el punto de partida hay que buscarlo en 1938, cuando las muertes infantiles se contaban por decenas. Entonces el Gobierno finlandés presidido por Aimo Cajander decidió tomar una curiosa medida que, de alguna forma, supuso uno de los primeros pasos del país hasta convertirse en una referencia como estado del bienestar: dotar a todas las familias que esperaban un hijo con nórdicas una caja de cartón con utensilios de primera necesidad para dar a todos los niños nacidos en el país un trato equitativo. Para conseguir la caja sólo se pedía una condición: visitar al médico antes de los cuatro primeros meses de embarazo. Así, de golpe y porrazo, el Estado consiguió que las futuras madres entrasen en el sistema oficial de salud y que su embarazo estuviese mucho más controlado. Casi 80 años después la brillante idea no sólo sigue en pie, sino que cerca del 95% de los finlandeses siguen haciendo uso de ella, pese a que el Estado permite ahora elegir entre la misma o una ayuda de 200€. El contenido de la caja ha ido evolucionando con los tiempos, pero lo que sigue vigente desde entonces es su uso como primera cuna de los bebés y su apuesta por la lactancia materna (no incluyen biberones o chupetes). La sencilla y eficiente medida se ha extendido a numerosos países después de que en 2013 esta realidad finlandesa saltase a los medios de comunicación de medio mundo. Para entonces, los niñ