Madresfera Magazine 04- Mayo 2016 | Page 85

[ SOLIDARIDAD ] A Bernardo y a su mujer les costó mucho tiempo tener un diagnóstico de lo que le ocurría a Merceditas. Y les costó aún más si cabe asimilar la noticia. “Hay una etapa de duelo que cumplir, que se repite absolutamente en todas las familias, con matices de unas a otras, pero es algo tan intenso que pone a prueba tu capacidad de resistencia ante lo imprevisto. Además, se trata del material más sensible que puedas conocer, un hijo”, reflexiona. El diagnóstico, sin embargo y por otra parte, tras meses de angustia, les proporcionó “certidumbre y estabilidad emocional”, un colchón para centrarse en trabajar en cada uno de los frentes y carencias que presentaba la pequeña, “por suerte, ninguno degenerativo, lo cual quitaba mucha presión a la hora de tomar decisiones”. ¿Y cómo cambia la percepción de la maternidad/paternidad, tras una primera experiencia, la llegada de una niña con problemas de desarrollo? “Ya teníamos una hija mayor, Paula. Su desarrollo era y es de libro. Y entonces te preocupabas de cosas más superficiales, si me permites el término, de “gilipolleces”. Ahora valoramos el esfuerzo de nuestras dos hijas como nunca, y cotizamos y protegemos nuestro tiempo con ellas como oro en paño”. La llegada de Merceditas no sólo los ha cambiado a ellos. También a su hermana: “Paula iba para niña y ahora es casi una madre postiza, en miniatura. El grado de responsabilidad y madurez que está desarrollando es digno de aplauso. Creo que toda esta historia de Miaoquehago está sirviendo para que ella viva con naturalidad su relación con su herma- na. Está superorgullosa de ella, y lo va demostrando por todas partes. Eso nos tranquiliza y nos encanta”. El blog nació a raíz de un comentario desafortunado de una persona cercana, que en pleno periodo de duelo puso en duda que ellos fueran felices con su hija: “Entendimos que había dos formas de afrontarlo: encerrándonos y sobreprotegiéndola, lo cual podría dar lugar a todo tipo de valoraciones de terceros y un cierto aura de lástima o, por el contrario, sacar pecho y hablar sin tapujos del desarrollo de la niña, dejando al descubierto miedos y alegrías, para demostrar ante cualquiera que nuestra vida no distaba mucho, al fin y al cabo, de la de los demás”. Y a partir de ahí, “proyectados como un misil” por la energía con la que abandonaron el duelo, Miaoquehago empezó a crecer: “La respuesta fue inmediata y descomunal. Una de las entradas alcanzó en pocas horas las 10.000 visitas. Nos llegaban correos cargados de ánimo y sentimiento de todas partes del mundo”. La alegría desbordada por las estadísticas y el apoyo fue el empujón que necesitaban para dar un paso más y poner en marcha una vieja idea, “una fundación para ayudar a gente en parecida situación”. Así surgió la Fundación Miaoquehago de ayuda a niños con problemas de desarrollo infantil, que nació “de una necesidad compartida, de una sensación de estar recién llegado a esto y estar completamente perdido y de entender que debemos echar una mano a los que se vean igual. Así ganamos todos”. La Fundación tiene tres objetivos: compartir información sobre centros, profesionales y terapias; MAYO 2016 • mama • 85