Madresfera Magazine 04- Mayo 2016 | Page 23

[ HISTORIAS PERSONALES ] Sus padres dejaron todo en su casa en Navarra para vivir con ella, su marido y sus hijas desde que llegó el diagnóstico. “Ellos me lo hacen todo: la comida, las cosas de la casa, me ayudan con las niñas, me llevan a las citas… para que yo simplemente me concentre en mi recuperación. Soy una privilegiada en ese sentido”. Su marido también ocupa un gran papel en este proceso y es él en quien se apoya a nivel emocional: “Intento llorarle sólo a él para no amargar a todo el mundo. Por suerte tiene una entereza y un sentido del humor que finalmente me hace pasar del llanto a la risa, pero supongo que no será un buen trago para él aunque no me diga nada al respecto”. Dicen que los buenos y los malos momentos te demuestran quiénes son tus verdaderos amigos. Sin embargo, no comparte esa opinión Mamá en red, quien opina que al amigo que se ha alejado un poco de ella no le debe guardar ningún rencor: “Sé que esta enfermedad da miedo y a veces no se sabe qué decir, y para mí siguen siendo tan buenos amigos como siempre. El miedo es humano y cada uno hace lo que puede como amigo. Todos podemos equivocarnos”. VOLVER A ESCRIBIR EN EL BLOG COMO PARTE DE LA RECUPERACIÓN Mamá en red no surgió como una necesidad personal de contar y aportar algo al mundo online. En 2012 Miriam se quedó en paro y en ese momento decidió hacer un curso de community manager. “Entre los trabajos que debíamos cumplir en el curso estaba la creación de un blog y, como yo acababa de dar a luz, decidí crear un blog dedicado a las mamás y a los bebés porque era lo que más a mano tenía y más cómodo me resultaba. Tras acabar el curso le fui cogiendo el gusto hasta que se convirtió en parte importante de mi vida y en mi otro yo en la red”. Dice en la presentación de su blog que a través de su bitácora personal intenta “facilitar con consejos e información la vida de los padres, siempre con humor y con una actitud positiva”, que está convencida de que es crucial al relacionarnos con los niños: “si siembras este tipo de relación lo que obtendrás de vuelta es lo mismo que tú les has enseñado”. Pero no siempre es fácil. “Cuando la cosa se recrudece, porque no todo es color de rosa, podemos echar mano del humor, contar hasta diez y no perder los papeles”. Cuando le diagnosticaron el cáncer desaparecieron las ganas de seguir escribiendo en el blog, al menos en un primer momento. “Siempre he tratado temas bonitos y alegres en el blog y hablar de mi enfermedad me parecía como ensuciarlo”. Pero con el tiempo, y una vez que se encontró mejor, decidió volver a escribir y empezar a hablar sobre su cáncer: “Quise darle a los posts una finalidad útil como la prevención, formas de enfrentarse al cáncer, cuidado de la alimentación… siempre desde mi experiencia. Esto me ha ayudado a dejar un poco la rabia y el dolor y a desahogarme. Fue un paso más que tuve que dar a la hora de aceptar mi enfermedad”. En la blogosfera maternal tiene “pocas pero buenas amigas” y en todo momento se ha sentido muy apoyada tanto por ellas como por completos desconocidos que no han dudado en volcarse y ofrecerle todo su cariño: “La empatía de mis compañeras ha sido total. Sabemos hacernos una piña aunque no nos conozcamos mucho porque teneMAYO 2016 • mama • 23