[ SANA-MENTE ]
redundar en una mejor relación de pareja y una vida
sexual más sana. Por ello es recomendable buscar y
pedir ayuda, no tratar de hacer frente a todo desde
el aislamiento”. De la misma opinión es Mamen, que
considera que “el estrés es uno de los “asesinos del
deseo, un exterminador implacable”. Para ella, la
imposibilidad de conciliar, la exigencia (tanto a nivel
social como la autoimpuesta), el sentimiento de
culpa que muchas veces aparece y el sentir que no
se llega a todo tienen “un efecto demoledor sobre
nuestro deseo sexual”.
Los problemas más habituales en la vida sexual de
los padres
Alberto Soler nos recuerda que “además de padres,
somos pareja”, por lo que no podemos descuidar
aquello que nos une más allá de la descendencia. La
falta de comunicación es un factor que puede influir
en la falta de deseo sexual. “Hablar de las necesidades de cada uno, de los sentimientos que se tienen
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mama
• MARZO 2016
al respecto y respetar los tiempos es imprescindible.
Si no se habla y se aparca el tema, la pelota se hace
cada vez más grande y puede pasar de ser un tema
natural y pasajero, a convertirse en un gran problema para la relación”. El psicólogo nos advierte que
“hay que tener en cuenta que el sexo no deja de ser
otra forma de comunicación en la pareja”, por lo que
es normal que si la comunicación falla, el sexo acabe
resintiéndose.
Sobre la importancia de la comunicación en la pareja
también opina Mamen, quien recuerda que nuestra
pareja no puede adivinar lo que pensamos o sentimos si no se lo comunicamos: “No podemos esperar
que nuestro/a compañero/a por arte de magia se
convierta en un adivino que sepa, mejor que nosotros mismos, lo que nos apetece, queremos o
necesitamos. Si no le cuentas que ahora te molesta
un poco al hacerlo en tal postura, que te mueres de
ganas de hacerlo pero estás cansado/a o que