[ CULTURETA ]
tema no sea la lactancia, sino que ésta aparezca de
forma normal simplemente porque salen bebés”.
Para la escritora valenciana los cuentos que tienen
a la lactancia como tema principal ayudan “porque
es un oasis en mitad de un desierto”, pero aclara
que también “son una gota en mitad del océano y
que sólo cuando la lactancia materna sea el alimento normal de la gran mayoría de bebés se podrá
conseguir esa “normalización”. Àngel Sauret, autor
de “Ella”, opina que, pese a que existen cuentos y
libros ilustrados que ya incorporan imágenes en las
que se da visibilidad a la lactancia materna, “aún
son pocos o son excesivamente educativos o
aleccionadores”. Y, al igual que Claramunt, resalta
la importancia de incorporar las imágenes en las
que aparece la lactancia materna con naturalidad:
“Yo creo más en los libros
que incorporan imágenes
cotidianas del día a día de
familias, niños y niñas que
viven con naturalidad la
lactancia materna. Creo que
el mejor regalo para los
niños y niñas de hoy es que
les hagamos disfrutar con
naturalidad de la vida a
través de los cuentos: Que
rían, que lloren, que se
emocionen, que sean libres”.
Ibone Olza, Doctora en
Medicina, investigadora,
docente y autora del cuento
“Hermanos de leche”, explica a Madresfera Magazine que es importante darle visibilidad a la lactancia
materna en los cuentos para recuperar la cultura de
la lactancia, que se perdió en la segunda mitad del
siglo pasado, para que los pequeños crezcan
viéndolo como algo natural, incluso si no lo han
vivido ellos mismos. Además, dice, “es muy importante que los que sí que están teniendo la suerte
de vivir lactancias prolongadas se vean reflejados
en los cuentos ya que aunque para ellos es lo más
normal necesitan que se plasme también en las
historias que les contamos”.
Un informe publicado en 2003 en la revista Pediatría Catalana advertía de la mínima presencia de la
lactancia materna en las ilustraciones de los libros
infantiles (0 a 6 años) y planteaba como éste
hecho puede llegar a influir en las futuras decisiones de los padres respecto a la lactancia materna.
En el 42% de los 169 libros seleccionados aparecían
imágenes de lactancia materna, pero tan sólo el
12% correspondían a lactancia materna en humanos. El resto era lactancia materna en animales.
Destacan en el estudio que en la selección la
autoría mayoritaria de los textos y las ilustraciones
correspondían a mujeres. “Este trabajo nos lleva a
los pediatras e enfermeras de pediatría a animar a
los editores de los libros infantiles a que transmitan
la lactancia materna como el alimento óptimo para
el recién nacido”, concluía el informe. Esta escasa
presencia no es algo nuevo. A lo largo de la historia
de la literatura brillan por su
ausencia las referencias a la
lactancia materna y a los
partos. Maria Àngels encuentra dos motivos principales para explicar esta
ausencia: por un lado que
hay pocas autoras mujeres
a lo largo de la historia, lo
que ha provocado que la
voz y la mirada femenina
hayan sido silenciadas. Por
otro, que los hombres no
tratan estas cuestiones o lo
hacen de forma muy
superficial.
“Se ha desprestigiado la reproducción y todo lo
que tiene que ver con parir y criar”, reflexiona la
docente. Por su parte, Candy Tejera, autora del
cuento “Nace Eugenia”, opina que hay pocos libros
que traten esta temática o que incluyan alguna
referencia a estos temas que sea acertada, tanto en
los libros de texto como en la literatura infantil. “Es
como si la sociedad en su conjunto quisiera obviar
el hecho de que somos mamíferos y quisiera
ocultárselo a los más pequeños. Estamos muy
alejados de la naturaleza en general y de nuestra
naturaleza en particular. Tenemos poco contacto
con animales y desconocemos o no somos conscientes de qué cosas tenemos en común con
muchos de ellos. No presenciamos partos, ni de
MARZO 2016 •
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