Madresfera Magazine 03- Marzo 2016 | Page 39

“Recibí una llamada para preguntarme cuándo me incorporaba. No les gustó nada mi respuesta” ras más de catorce años en Los 40 Principales, donde te convertiste en una de las voces más reconocibles de la radio musical, se rompió un matrimonio que parecía de por vida. Hemos leído en alguna entrevista que los directivos de la radio no te lo pusieron muy fácil a raíz de tu paternidad. ¿Influyó convertirte en padre en el fin de tu relación con la cadena? La respuesta precisa a esto solo la sabrán ellos porque son los que tomaron la decisión. Ahora, yo sí que puedo decir que desde el momento en el que fui padre hubo un cambio de actitud radical. De hecho, cuando comuniqué que iba a ser padre otra vez mi jefe miraba al ordenador. Tampoco quiero dedicarle más tiempo a gente que no lo merece pero es cierto que yo trabajaba en una cadena para gente joven, moderna, y desde que fui padre de mi primer hijo parece que mi jefe era del siglo pasado y ahí se quedó y pensó que yo ya estaba mayor, me reprochaba que no salía por la noche, que no iba a conciertos... Y en esto obviamente no influía que tuviera hijos o no, es que me levantaba a las 4 de la mañana para ir a la radio y claro, era complicado. Pero bueno, más allá de percepciones, lo cierto es que mientras yo estaba de permiso de paternidad de mi primer hijo, a los tres días de nacer, recibí una llamada para preguntarme cuándo me incorporaba. Y no les gustó nada mi respuesta, que fue obviamente que me incorporaba cuando tocaba, en dos semanas. Esa ruptura te permitió en cierto modo dar el salto a la pantalla donde has conseguido afianzarte en el horario de sobremesa. ¿Os lo pasáis tan bien en Zapeando como parece? Sí. ¡Y más! Para mí es el mejor momento del día y es más divertido de lo que parece. Realmente somos un grupo de amigos que se reúnen como lo harían los personajes de Friends en aquella cafetería, pero nosotros lo hacemos en un plató y sin cervezas ni cafés. La verdad es que mi programa de televisión ha sido un regalo porque pese a que ya llevamos más de dos años es cierto que los inicios fueron duros, e incluso la dirección de la cadena llegó a encargar otro programa en las primeras semanas para que nos sustituyera porque no acababan de verlo. Y mira, al final todo fue cuestión de suerte: aquel programa encargado no fue lo que esperaban y nosotros progresamos bien... Con tiempo y con trabajo bien hecho al final se consigue lo que uno quiere. Entiendo que esto es un negocio y que al final necesitas una buena audiencia para que los anunciantes quieran gastarse el dinero de su campaña. Por mucho que a un directivo le pueda gustar un proyecto, si no es rentable, ese programa deberá terminar con todo el dolor de su corazón. Mejor no tomarlo como algo personal. Durante unos meses, además, has compaginado tele y radio, donde has presentado el magazine matutino de Kiss FM. ¿Tenías mono de radio? Sí, la verdad es que tenía mono de radio y, además, era una asignatura pendiente precisamente por lo que comentaba antes de que mi salida de la radio anterior no fue voluntaria. Así que bueno, tenía yo esa espinita clavada, llegó una buena propuesta y la asumí. Por cierto, si tuvieras que elegir, ¿te quedas con la radio o con la tele? Esto es como preguntar si quieres más a papá o a mamá (risas), los quieres igual, pero diferente. Y en este caso pues es lo mismo. Papá tiene cosas buenas y cosas que no te gustan y mamá pues también pero no podrías elegir entre uno y otro. Para mí es lo mismo. ¿Y cómo has llevado eso de trabajar mano a mano con tu mujer? ¿Hacéis mejor equipo en las ondas o en la crianza de vuestros hijos? Hacemos mejor equipo criando a nuestro hijos, por supuesto, porque además criando a nuestros hijos estamos en unas condici