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continuamos trabajando en el tema.
Paco me iba leyendo lo escrito y poco
a poco conformamos el texto
dramático. Trabajar con un dramaturgo
como Bezerra siempre es un viaje
apasionante y en este caso más”,
explica Luque.
El director teatral sabe de lo que
habla cuando se refiere al bullying. Él
fue un niño acosado, lo que quizás
hace que dirigir una obra sobre el
tema se haga más complicado, pero
a la vez le permite aportar
sentimientos y sensaciones que de
otra forma sería complicado plasmar:
“El dolor de los niños y niñas
diferentes es mi dolor y aunque esta
función no es en nada autobiográfica,
sí creo que mi experiencia me ha
servido para comprender más al niño
o a la niña que son diferentes por las
razones que sean”.
“Los protocolos
que existen
ahora mismo
para acabar con
el acoso escolar
no solucionan
el problema”.
“El acoso siempre deja herida”,
reflexiona Luis Luque en mama. “Con
el paso del tiempo hay heridas que a simple vista no
las ves o no las reconoces pero sabemos que nuestro
carácter o personalidad se forma con todas esas
primeras vivencias, con las buenas y también con
todas las malas”, añade. Para el director es importante
“aceptar lo ocurrido y no negar, por muy doloroso que
sea, lo que has vivido”. Eso, unido a una buena terapia,
“hace la carga de la experiencia algo más ligera”.
Asegura el director teatral que la obra no pretende
resolver el problema (“seríamos muy pretenciosos si
creyéramos que podemos hacerlo”), pero apunta que sí
plantea una gran reflexión acerca del problema del
acoso. “Creo que los protocolos que existen ahora
mismo no solucionan el problema y la obra ofrece
preguntas, no respuestas. No señalamos culpables pero
sí queremos aportar una reflexión de qué hacer para
proteger a los niños y niñas que por cualquier razón los
vemos como diferentes”.
‘Mi pequeño poni’ ya está de gira por España. En
Madrid se estrenará en el Teatro Bellas Artes el 17 de
agosto y permanecerá en cartel hasta el 16 de octubre.
La obra está dirigida a adolescentes, padres, familiares
y comunidad educativa y pretende ser un homenaje a
todos los niños que han sufrido insultos y agresiones:
“Ojalá podamos, cada vez más, darles voz y
preguntarles qué es lo que sienten y piensan. No
podemos darles la espalada. No podemos dejar
calladas sus bocas ni un minuto más”, concluye. ■
MARZO 2016 •
mama
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