Madresfera Magazine 02- Febrero 2016 | Page 7

[ LA COLUMNA FUCSIA ] No es fácil —¿Sabes, mamá? No es fácil reconocer algo que has hecho por lo que te pueden castigar— me dijo mi hijo mayor hace unos días, desconcertado por haberse hecho consciente de algo tan importante. —Pues no, hijo, no lo es. Y es muy honesto hacerlo— le contesté igual de perpleja, aunque por motivos distintos a los suyos. Érase una vez un niño dando lecciones a su madre, sin pretender hacerlo. Hugo y sus casi ocho años, a la salida de su extraescolar balompédica, reflexiona en voz alta y ¡zas!, dispara de manera certera al centro de la cuestión. «Otra vez ha vuelto a enseñarme algo», pensé. Algo que se supone que a mis casi treinta y diez yo debería saber, pero que parece nuevo al escucharlo de su boca. Porque sí, tiene razón: no es fácil enfrentarse a las consecuencias de nuestros actos, de nuestras decisiones. Yo, que llevo una temporada presumiendo de relativista moral, tuve que admitir que tengo un hijo que parece haber entendido que es necesario tener una conciencia. Y tratar de ser coherente con ella, eh. Honestidad y coherencia. Es curioso que cuando encontramos una persona honesta y coherente lo hagamos notar por valioso, al menos como señal de que esa persona es fiable. Te puede gustar más o menos, pero sabes a qué atenerte cuando la tratas. Es curioso, digo, porque parece que desde pequeños tenemos esos valores incorporados de serie. Pero a medida que nos hacemos mayores y los acontecimientos nos suceden ponemos capas a nuestra conciencia. Por miedo, por inseguridad, por cobardía… Llámalo como quieras. Toca hacer limpieza. Vaciar el trastero de cosas inútiles que ocupan espacio, escudriñar tu conciencia hasta encontrarla. Y después ser honesto y coherente como cuando tenías casi ocho años. Reflexiones espontáneas y eclécticas (NO es un blog para madres). Lo vivo, lo siento, lo pienso... y lo escribo. «If the fuck don’t feel right, don’t fuck it. Right, don’t fuck it.» lacolumnafucsia.com FEBRERO 2016 • mama • 7