Madresfera Magazine 02- Febrero 2016 | Page 64

[ SOLIDARIDAD ] “Tras cinco años de guerra, en Siria se habla ya de una generación perdida” des cubiertas”. Para estos menores, haber sido testigos de una violencia extrema, así como haber tenido que dejar su casa y desplazarse a un nuevo lugar, ha supuesto daños psicológicos que requieren de atención. Naciones Unidas estima que una cuarta parte de los niños que permanecen en Siria corren el riesgo de desarrollar problemas de salud mental. Los niños refugiados también tienen necesidades psicológicas sin cubrir: “La recuperación psicológica a largo plazo de los niños que huyen de la guerra de Siria está seriamente amenazada debido a la falta de fondos para la protección de la infancia, el número creciente de refugiados y los escasos recursos que existen en los países de acogida. Las consecuencias para el futuro de la salud mental de toda una generación podrían ser catastróficas”, asegura Susana Hidalgo. La educación tampoco queda fuera de este drama. Un reciente informe de Save the Children denuncia que un número considerable de niños sirios no ha asistido a clase durante al menos tres años ni ha recibido ningún tipo de educación. Para millones de familias refugiadas sirias es simplemente imposible acceder a alimentos, refugio y asistencia médica. La responsable de comunica64 • mama • FEBRERO 2016 ción de la ONG alerta de que debido a su condición de refugiados, “muchas familias no tienen derecho a trabajar y dependen de los subsidios, cada vez más bajos, concedidos por los gobiernos y las organizaciones humanitarias”. Como consecuencia de ello, otro fenómeno asociado al conflicto sirio es “el auge del trabajo infantil y el aumento de los matrimonios de niñas sirias”. MEDIDAS PARA PROTEGER A LA INFANCIA En la actualidad, según nos informa Save the Children, el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla, que tiene capacidad para 480 personas, está acogiendo a más de 1.700, de entre las cuales, más de 500 son niños. La gran mayoría de ellos vienen de Siria, huyendo del conflicto que asola el país. Para Susana Hidalgo, esta sobreocupación y las condiciones del centro “están implicando una vulneración sistemática de los derechos de los niños y niñas que allí residen, ya que no se reúnen las condiciones necesarias para atender a las especiales necesidades de los niños y niñas, como la unidad e intimidad familiar, la educación, la salud o el derecho al juego” Las familias, explica Susana, “suelen estar entre uno y