Madresfera Magazine 02- Febrero 2016 | Page 59

tiene que ver con respetar ciertas necesidades de afecto y alimentación del niño, y que es muy acertada, con la mala interpretación que a veces los padres y madres hacemos de ella. Hay padres que no permiten que su hijo o hija sufra ningún tipo de frustración. Esto es un error, desde el punto de vista del cerebro, porque hay toda una región cerebral, una de las más importantes, que se encarga de acomodar normas, límites y soportar las frustraciones naturales de la vida. El niño tiene que experimentar la vida con todos sus matices, el afecto es lo primero pero la frustración es parte esencial de la vida también. Yo ofrezco conocimientos básicos acerca del cerebro que pueden ayudar a padres y madres a tomar mejores decisiones sobre la crianza y educación de sus hijos y que en muchos casos busca una educación equilibrada…porque el cerebro necesita mucho equilibrio para sacar lo mejor de sí mismo. influyente en nuestra vida que el racional. El niño que es educado en sentimientos, es más empático. El niño que es educado en psicología positiva es más optimista y capaz de perseguir las metas. Incluir la inteligencia emocional en la educación es esencial. De hecho en el libro la parte de inteligencia emocional es la más amplia porque desde mi punto de vista es también la más importante. Si tenemos todo lo que queremos pero no nos queremos a nosotros mismos nada de lo que tengamos merecerá realmente la pena. “El niño tiene que experimentar la vida con todos sus matices, del afecto a la frustración” A diferencia de las teorías que comentábamos en la pregunta anterior, que no son partidarias de ello, tú si que recomiendas las recompensas y los refuerzos. ¿Por qué y de qué tipo de refuerzos o recompensas hablamos? Las recompensas y los refuerzos son parte natural de la vida. No se pueden negar porque existen. La primera recompensa ocurre cuando el niño llora y le damos el pecho. El niño aprende que cuando pide, recibe. A partir de ahí la vida está llena de recompensas naturales, como cuando un niño sonríe o habla y el adulto, de manera natural, le devuelve la sonrisa. No creo que debiera haber controversia con el uso de refuerzos en este sentido. Lo que sí es cierto es que abusar de refuerzos, o utilizar refuerzos alimenticios o materiales puede ser contraproducente como explico en el libro. El cerebro es un órgano natural y su funcionamiento refleja las normas del mundo natural. Cada vez oímos hablar más de la educación emocional y su importancia en el desarrollo de nuestros hijos. ¿Hasta qué punto es importante? Es muy importante porque el cerebro tiene todo un componente emocional que regula nuestro comportamiento y motivaciones. De hecho podríamos decir que lo que llamamos el cerebro emocional es más A ese respecto, en tu libro, hablas de sembrar la felicidad en nuestros hijos: ¿Cómo podemos hacerlo? El primer requisito es que el niño se sienta querido y tocado desde pequeño. La felicidad se construye sobre una buena autoestima. A parte de eso podemos hacer muchas cosas: reconocer las situaciones difíciles que sufren con empatía; enseñarles a experimentar y tolerar las frustraciones naturales de la vida; escuchar la palabra “no” de vez en cuando es muy educativo, pero también ser capaces de prestar atenc