Madresfera Magazine 02- Febrero 2016 | Page 35

dilema pocas veces se lo plantea un hombre. M.M: Tú que trabajas en el Congreso y escucharás chascarrillos y conversaciones: ¿Hay esperanzas de cambio en ese sentido? ¿Ves a los partidos políticos preocupados por la conciliación? S.O: No parece, aunque es verdad que he visto que a los dos líderes de los partidos emergentes, tanto a Pablo Iglesias como a Albert Rivera, se les hacen preguntas sobre su vida personal que antes sería impensable. Jamás he escuchado preguntar a nadie a Rajoy sobre sus hijos. En cambio, sí que he visto preguntar a Albert Rivera cómo se organiza como padre divorciado con una hija. Eso ya me parece un paso. Que ellos empiecen a hablar de estos temas que parecían reservados a las mujeres ya me parece bárbaro. Serán las nuevas generaciones las que cambien definitivamente todo esto porque no hay nada como padecerlo. El político que anda por las calles, se da cuenta de que hay socavones en el suelo. Si siempre han mandado hombres que no han notado el problema de la conciliación, pues no se ha solucionado. Esto es bastante fácil. M.M: Cada vez hay más voces que reclaman cambios para favorecer una conciliación real entre vida y trabajo. ¿Llegan sus voces al Congreso o es verdad aquello de que los políticos viven muy alejados de la realidad de los ciudadanos? S.O: Llegan, porque tampoco es que los políticos vivan aislados del mundo, pero no se han traducido en ninguna iniciativa legislativa, eso es verdad. Hay algunos partidos que ya llevan en su programa de cara a las próximas elecciones la igualdad de los permisos de maternidad y paternidad. Eso ya provocaría que a las mujeres no se nos señale ni se nos pregunte en una entrevista si tenemos pensado ser madres. M.M: Al margen de la racionalización de horarios y la flexibilidad: ¿Por dónde más crees que deberían pasar los cambios para hacer del nuestro un país que sea un ejemplo en materia de conciliación? S.O: Guarderías realmente asequibles y ayudas reales para que la mujer pueda salir a trabajar. ¿Qué pasa en verano? ¿Qué hacemos durante los dos meses y medio de vacaciones de los niños? Pues mira, igual estaría bien que te pudieses desgravar los campamentos. Sería una idea. Y también como comentaba antes, entender que las familias son pymes y que contribuimos a generar riqueza igual que lo hace una empresa de ultramarinos. M.M: Sabemos por experiencia que el periodismo no es precisamente la mejor profesión para conciliar vida y familia. Y más aún cuando tienes que dar la cara en un informativo a las 9 de la noche. ¿Cómo se llevan las maratonianas jornadas en el Congreso? S.O: Con organización germana en casa, porque no queda otra, dejando la culpa en el coche o en el parking de las Cortes, y luego teniendo suerte, como en mi caso, de tener una jefa muy cómplice, que entiende que si no hay nada me voy, que si necesito un día escaparme antes del informativo, me puedo ir. Al final se trata de tejer alianzas con compañeros y jefes, de levantar la mano y hablar con tu empresa para llegar a acuerdos. Tenemos que hacer ese ejercicio de perder el miedo. M.M: ¿Cómo es tu día a día como periodista, madre y mujer? S.O: Maratoniano. Mis hijos ya son medio mayores y van al cole, así que por las mañanas son las prisas habituales de cualquier casa. Durante el día hay una especie de paréntesis en el que cruzas los dedos para que no te llamen del cole diciendo que se han puesto malos o se han abierto la cabeza (risas). Por la tarde pegada al teléfono, porque no paran de llamarme para ver cuándo voy a llegar. Y por la noche con ganas de llegar a casa y poder dedicarles un ratito. Si están despiertos, claro. M.M: ¿Qué consejos darías a otras madres en tu situación? S.O: Que no renuncien. Que tengan ese punto de coraje y resistencia. Al final los niños crecen, en el cole empiezan a tener horarios más compatibles con la vida, hay actividades extraescolares que también te dan a ti más tiempo… La maternidad es una carrera de fondo. Tú miras el túnel y no ves luz, pero la hay, hay luz al final del túnel, lo que pasa es que hay que resistir y ser fuerte. Si te gusta lo que haces, claro. M.M: Y para terminar, ¿pasarán nuestras hijas de ser “nosotras que lo quisimos todo” a ser “nosotras que lo tuvimos todo”? S.O: (Risas) Creo que marcha atrás en derechos y libertades seguro que no vamos a ir. Espero que sigamos avanzando para que las mujeres de futuras generaciones, vuestras hijas, porque yo no tengo hijas, vean que tenerlo todo realmente compensa. ■ FEBRERO 2016 • mama • 35