Madresfera Magazine 02- Febrero 2016 | Page 24

ofrece como “solución” el sacaleches”, argumenta Elisa Medina. realmente en un bebé para el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda seis meses de lactancia materna exclusiva y complementada con otros alimentos durante dos años o más. “Atendiendo a la doctrina de nuestro Tribunal Constitucional, la igualdad material supone la aplicación de distintas consecuencias jurídicas a situaciones o supuestos de hecho que no sean iguales. La diferencia biológica implica que solo las madres podemos amamantar, y siendo el amamantamiento el medio idóneo de alimentación y cuidado de los niños en la primera etapa de sus vidas, parece lógico tenerla en consideración antes de  llevar a cabo  reformas legislativas en la regulación actual de los permisos de maternidad y paternidad”, reflexiona Elisa Medina, socia fundadora de Mammalia, asociación para la normalización de la lactancia materna. CONCILIACIÓN Y LACTANCIA MATERNA Es inevitable pensar en la lactancia materna cuando hablamos de conciliación porque ambas están 22 • mama • FEBRERO 2016 Las madres deben poder decidir amamantar o no a sus hijos y los gobiernos deben proteger este derecho estrechamente relacionadas. En ese sentido, la protección legal de la maternidad en España no contempla, entre otras cosas, las recomendaciones de la OMS sobre alimentación infantil en los primeros años de vida. Tampoco las necesidades de madre e hijo o el derecho de las madres a amamantar. “Se desconocen, en general, las recomendaciones sobre lactancia materna y los poderes públicos no son una excepción. Con frecuencia se transmite información sesgada o errónea y a la madre que, llegado el -prematuro- momento de reincorporarse a su puesto de trabajo o el ejercicio de su profesión, quiere continuar la lactancia materna se le Para la fundadora de Mammalia, una conciliación real  sería aquella que “favoreciese la lactancia materna y, concretamente, el seguimiento de las recomendaciones que al respecto emiten  los organismos de referencia en alimentación infantil”. Desde esta perspectiva, la normalización de la lactancia materna iría ligada inevitablemente a una mayor demanda social de conciliación: “Cuanto más extendido esté el conocimiento de cómo es y cómo funciona la lactancia materna y el vínculo establecido por el niño en sus primeras etapas con su cuidador principal (que cuando existe lactancia materna es la madre), más evidente resultará la necesidad y los beneficios de conciliar”. Elisa Medina, que destaca los beneficios de la lactancia materna tanto para los niños como para las madres a corto y largo plazo (“en términos económicos, sanitarios y de sostenibilidad medioambiental”), subraya también la necesidad de que las madres, con un permiso de al menos seis meses de duración, tuviesen garantizado el derecho a una lactancia sin contratiempos externos: “Como dice Carlos González en Un regalo para toda la vida, ‘Ya sé que hay mujeres que no quieren dar el pecho. Pues muy bien. Derecho no es lo mismo que obligación. También hay mucha gente que no acude a manifestaciones o que no vota pero sigue teniendo ese derecho’. Las madres deben poder decidir amamantar o no a sus hijos y los gobiernos deben proteger este derecho. A todos nos interesa vivir en una sociedad que amamanta”. Y también en una sociedad que concilia.■