Madresfera Magazine 02- Febrero 2016 | Page 15

[ HISTORIAS PERSONALES ] N o debe ser fácil (ni tampoco habitual) pasar de la noche a la mañana de no ser padre a serlo de cuatro niños. Eso, a grandes rasgos, fue lo que le pasó a Joaquim Montaner cuando empezó una relación con la que hasta hace poco era su mujer. “Estaba muerto de miedo”, reconoce, aunque dice que lo disimulaba mucho. “No sabía cómo hacer nada, ni cómo enfrentarme a mi nueva realidad y, casi casi, tampoco sabía relacionarme con los peques. Recuerdo mucho los primeros días allí, escondido detrás de la pantalla de un portátil, viendo de reojo cómo los peques ocupaban todo el espacio”. Establecido el nuevo integrante de la familia, a los cuatro hermanos se unieron otros dos, “Niña 5 y Niño 6”, como los llama cariñosamente el autor del blog ‘1+1 son 8’: “La gestación de ambos, y especialmente el parto, han sido sin duda ninguna las sensaciones mayores que he tenido en toda mi vida. Saber que los has concebido tú, sabiendo lo que haces, queriendo hacerlo... Eso es algo maravilloso, único. Y también me hace tener muy presente que también soy padre de los mayores, de mis peques no biológicos. A nivel emocional siempre he tenido muy claro que ser padre biológico o no biológico no cambia en nada mi relación con los seis peques”, afirma. Con seis hijos y en el mundo actual, la pregunta es obvia: ¿Cómo se sobrevive al día a día con seis hijos? “No queda más remedio que sobrevivir, ¿no? Hay que tener una capacidad de adaptación y de aprendizaje brutales, pero se puede si uno quiere, aunque claro, tampoco hay que engañar a nadie: es agotador, física y mentalmente. ¡Qué no quepa duda¡ Son tantos los estímulos en cada momento que estoy con mi tribu o cuando no, tantas las cuestiones logísticas (alimentación, higiene, sanidad, educación formal/informal, ropas,...), tantas las tareas de cuidado y las tareas domésticas… Es todo multiplicado por seis y con las mismas manos para hacerlo”, reflexiona. Joaquim, que reconoce que ser padre le ha hecho darse cuenta de que la mayor parte de su vida “ha estado basada en presupuestos falsos y falacias”, se encuentra en la actualidad en un proceso de separación que está llevando “bastante mal”: “Cada pequeña cosa se vive de una manera muy intensa. Casi ni siquiera me he atrevido a mirar dentro aún y sólo espero que quienes menos sufran con todo esto sean mis seis pequeños. Todo es reciente y nos duele, pero sé que saldrán adelante porque apoyo y acompañamiento no les va a faltar”.   Para el bloguero gaditano lo más difícil está siendo no dejarse arrastrar “por el sentimiento de vacío y de fracaso vital tan intenso que siente”. Un sentimiento que se acrecienta cuando, tras estar con él, los niños vuelven con su madre: “Cuando se van no me puedo ni mover. Y no estoy hablando de agotamiento físico, ni mucho menos. Supongo que son momentos de duelo que tengo que gestionar y superar poco a poco, pero lo cierto es que no tengo ánimos para nada y se puede decir que es como si fuese un vegetal cuando no están conmigo”, explica. FEBRERO 2016 • mama • 15