[ LIBROS ]
DEVORANDO LIBROS (CUANDO SE PUEDE)
‘El padre infiel’, retrato de una
paternidad y una generación a la deriva
Una mujer llora en la cocina. De repente mira a su marido y le dispara
a bocajarro: “Quizá no me gusten
los hombres”. Este comienzo, que
también es el final, sirve para que
Glauco Revelli, el protagonista de
la novela de Antonio Scurati, inicie
una especie de diario en el que viaja
atrás en el tiempo para buscar las
causas de un matrimonio que se
derrumba. Conocemos al Glauco
soltero, nos adentramos en su noviazgo con Giulia, intuimos sus primeros años de casado y asistimos
al nacimiento de su hija Anita (“el
nacimiento es la parte más irrevocable de la existencia, lo más definitivo que hay en el mundo”), un nacimiento que también es en cierto
modo una muerte: “Dejamos de ser
una pareja un instante después de
habernos cometido en una familia”.
Hay infidelidades en las más de
200 páginas del libro, pero uno tiene la sensación de que Glauco Revelli siente que traiciona más a su
hija que a su mujer, quizás porque
se siente tan perdido en su papel de
padre como lo está en el de marido, quizás porque ha hipotecado su
vida por algo tan abstracto y subjetivo como la felicidad: “Nuestro
error había sido querer ser felices.
Las generaciones que nos habían
precedido nunca habían sometido el
matrimonio a esa clase de hipoteca”.
Antonio Scurati sabe captar a la
perfección en “Un padre infiel” los
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•
mama
dilemas a los que se enfrenta el ser
humano en el primer tramo del siglo
XXI y, en su caída en picado a los infiernos, nos retrata con un estilo ágil,
brillante y sincero su deriva existencial como padre y el despertar del
sueño del crecimiento económico
y del bienestar de toda una generación, egoísta y acomodada, que
había perdido el ímpetu y el deseo
de sus padres. “La más vistosa, y por
eso mismo ignorada, evidencia de
nuestra falta de generosidad con nosotros mismos, de nuestra racanería
con la vida, era nuestra infecundidad generacional (…) tendíamos a
olvidar que más allá de todo lo demás, desde que el mundo es mundo,
tener hijos era el acto principal de
cualquier pensamiento de futuro”.
en contracción”); y mientras asistimos a la caída de un matrimonio
que no pudo hacer frente a la hipoteca de la felicidad, el protagonista tiene tiempo aún de hacernos
saltar las lágrimas con varios fragmentos capaces de rozar el alma
de sus lectores.
La novela de Scurati, que por
momentos toma la forma de un
ensayo, está llena de reflexiones
filosóficas sobre la paternidad y la
realidad de una generación en decadencia.
Por Adrián Cordellat
Y mientras vemos como crece la
hija de Glauco Revelli (“Los niños
crecen , crecen deprisa (…) Lo que
tendemos a olvidar, en cambio, es
que mientras ellos crecen, nosotros morimos”); mientras observamos cómo se derrumba su mundo,
nuestro mundo, (“Empobrecimiento, precarización, desindustrialización, desempleo. Crecimos con la
promesa de una expansión infinita;
en cambio, vivimos en un universo
• NOVIEMBRE 2015
Y al llegar al final uno hasta
acaba deseando que el día de
mañana, su hija, lo recuerde como
Glauco Revelli sueña que lo recuerde la suya: “Esto ha sido, pensará, mi padre para mí. Un hombre
grande y gordo, tal vez incapaz de
hacer nada más, pero capaz, con
su tranquilizadora, inexorable presencia, de transformar una obra
de demolición en el encantador
espectáculo del mundo”. ■
‘El padre infiel’ de Antonio Scurati
Traducción: Xavier González
Editorial: Libros del Asteroide
PVP: 19,95 euros
ISBN: 978-84-16213-21-4
Páginas: 240