Madresfera Magazine 01 - Noviembre 2015 | Page 49

[ CULTURETA ] tamente procesos tales como el parto, la lactancia o la composición alimentaria de la dieta familiar, a partir de este momento comienzan a ser los hombres, en calidad de médicos y científicos, los que se hacen cargo de todas estas materias, imponiendo un criterio científico que se convierte en criterio público cuando el Estado, constituido ya biopolíticamente, comienza a considerar la salud de la población como un elemento de vital trascendencia para su propia subsistencia”. Las madres tienen menos familia, menos redes de apoyo y están más solas, pero a cambio, el mercado ofrece a las mujeres (“que, no olvidemos, por primera vez dejan de ser exclusivamente madres”) la posibilidad de integrarse en la red de capitales y de producción propia de las sociedades capitalistas, “lo que les ofrece unas garantías económicas que antes no podían tener. Y así, el papel que antes realizaba la familia se delega ahora en dos figuras: el maestro y el médico”. tiese responsable de nuestros hijos. Que pudiésemos contar con el tío o el vecino para que nos echara una mano, que la señora del parque se preocupara de que nuestro hijo no cruce la calle en rojo o que el cuñado le quitara los mocos. Decía Karl Vonnegut que un marido, una esposa y algunos niños no son una familia, son una unidad de supervivencia terriblemente frágil. Y es verdad, necesitamos más gente”. No tiene tan claro que sea factible hablar de la soledad de las madres Paula Martos: “Entiendo que muchas madres, principalmente las que se resisten al nuevo modelo porque no forman parte del mercado, y porque se resisten a la labor de normalización que realizan las instituciones, se sientan solas: se han quedado sin lo uno y sin lo otro. Pero creo que para las mujeres que sí han entrado en la rueda, las empresas y las instituciones alivian la soledad que deviene de la ruptura de los lazos familiares”. “A pr [