[ UN VISTAZO FUERA ]
trabajadores de la firma.
Podría parecer que está
alejado del mundanal
ruido, pero nada más lejos
de la realidad. A base de
diferentes alternativas de
estudio y desarrollo de
proyectos innovadores y
última tecnología como
la impresión en 3D, la
sede de Älmhult busca
convertirse en el Silicon
Valley del diseño y reclutar, atraer y congregar
cada vez más estudiantes,
nuevos talentos de todos
los países y genios consagrados para integrarse en
sus filas y ser el centro del
mundo del diseño, la creatividad y la innovación.
Dentro de sus centros de
diseño, en sus oficinas, en
sus almacenes, hasta en
su centro de ocio y gimnasio para sus empleados, en todas partes se respira
un aire cosmopolita, de innovación, de avance constante y de reto al inmovilismo que contrasta con el
apacible entorno de apenas 9.000 habitantes.
Pero ¿esto es casual? ¿Es el agua de la zona? ¿O
que no toman postre después de comer? ¿Dónde
reside el éxito de IKEA? ¿Qué tiene esta marca nórdica que ha conseguido invadir nuestras casas con
sus muebles de nombres impronunciables? ¿Cómo
se construye un gigante de esta magnitud para
que logre entrar e influir en nuestras vidas de esta
manera? Porque lo que está claro, y más después de
haber conocido lo que Älmuhlt aloja, es que detrás
de las fachadas azules y amarillas que van multiplicándose de país en país, detrás de las albóndigas
con banderitas, detrás de la aparente uniformidad y
la globalización, hay una gigante infraestructura con
una filosofía y unos valores que han revolucionado el
mundo del diseño y la decoración.
Pues todo buen plato está basado en buenos
ingredientes, y en este caso 5 son los conceptos que, como una fórmula magistral, como esa
fórmula secreta de la
Coca-Cola, IKEA combina de manera muy hábil
en todos sus mensajes:
función, forma, calidad,
sostenibilidad y precios
reducidos. Combínelos
como quiera, nos dirán,
pero siempre tendrá
el mismo resultado: su
Democratic Design, su
receta estrella