a nuestros hijos se pueden venir abajo por una colisión
a 50 km/h sin la sillita de retención.
Pregunta obligada: ¿Es más seguro viajar en el
sentido contrario a la marcha? ¿Por qué?
Si, el sentido contrario a la marcha protege al niño,
muy especialmente de las lesiones más graves, las que
se producen en cabeza y cuello. Esto se debe al comportamiento del cuerpo del niño en caso de producirse
una colisión. Las características anatómicas del niño
son diferentes a las del adulto. En el caso de los niños,
el gran tamaño de su cabeza con respecto al cuerpo
y la debilidad de su cuello hacen que en una colisión
en el sentido de la marcha se produzca un desplazamiento de la cabeza con respecto al cuello que éste
no es capaz de soportar, lo que multiplica el riesgo de
resultar lesionado. En el sentido contrario a la marcha, cabeza, cuello y tronco se desplazan en bloque al
producirse una colisión frontal, lo que reduce considerablemente el riesgo de lesiones.
En una colisión frontal a 50 km/h, una silla a contramarcha reduce hasta en un 80-90% el riesgo de
muerte y lesiones graves en menores.
¿Hasta qué edad es, por tanto, recomendable que los
niños viajen a contramarcha?
La recomendación es que viajen a contramarcha
el máximo tiempo posible, siempre y cuando no se
superen los límites establecidos por el fabricante. En
las sillas homologadas con la nueva normativa i-size
se amplía el tiempo en que los niños pueden viajar en
sentido contrario a la marcha hasta los quince meses.
Homologado y seguro. ¿Es lo mismo?
No siempre es así. Los resultados de algunos estudios
publicados dan malas puntuaciones en relación con
la seguridad a algunas sillas que están homologadas
y que aparentemente podemos comprar en cualquier
tienda como seguras.
¿En qué se basan las clasificaciones de sillas infantiles
para coches? ¿Peso, estatura, edad...?
Actualmente conviven dos formas de homologación.
Por un lado la ECE R44/04, que clasifica a las sillas por
peso. La nueva norma i-size, de la que os hablaba con
anterioridad, tiene en cuenta la estatura del niño.
Por último, ¿Cuáles son las claves para utilizar de forma correcta los sistemas de retención infantil?
Entran muchos factores en juego. Por un lado los
padres deben elegir la silla adecuada al tamaño de
su hijo; deben, además, elegir la posición de la misma
dentro del coche, siempre en asientos traseros y manteniendo el sentido contrario a la marcha el máximo
tiempo posible; y tienen también que instalar la sillita
siguiendo correctamente las instrucciones del fabricante y comprobar en todo momento que los arneses
de la sillita o el cinturón, cuando el niño ya es más
“Todos los esfuerzos que
dedicamos a cuidar a
nuestros hijos se pueden
venir abajo por una
colisión a 50km/h sin la
sillita de retención”
mayor y va en elevadores, van bien ajustados al cuerpo
del pequeño.
En el caso de los elevadores, desde la DGT recomendamos utilizar siempre elevadores con respaldo,
porque protegen mucho mejor al niño en caso de
accidente.
En este punto también me gustaría recordar que
todos los trayectos son peligrosos. Los padres no
pueden bajar la guardia en los recorridos cortos y conocidos, ni ceder a las presiones del niño cuando se va
haciendo más mayor. Éstas son dos circunstancias por
las que se produce de forma habitual un menor uso de
los sistemas de retención. Y por supuesto los padres
siempre tenemos que dar ejemplo usando el cinturón
de seguridad. Nuestros hijos aprenden de nosotros. Si
les damos un buen ejemplo será más fácil que interioricen la importancia de llevar el cinturón de seguridad. ■
NOVIEMBRE 2015 •
mama
• 23