Madresfera Magazine 01 - Noviembre 2015 | Page 20

un susto o tener una desgracia.” En ese sentido, Cristina incide también en la necesidad de diferenciar entre homologación y seguridad: “El objetivo para el que se diseña una silla de auto homologada es retener, es decir, evitar que el pasajero salga despedido, puesto que ese es el peor escenario y la principal causa de fallecimiento. Una silla segura, por el contrario, no solo aspira a que el niño salga vivo de un accidente (aunque sufra lesiones graves), sino que su objetivo es conseguir que salga ileso. No todas las sillas que retienen (homologadas) eximen de lesión (seguras)”. Las estadísticas demuestran que el uso de las sillas ACM amplía la probabilidad de salir ileso de un accidente en un 500%, ofreciendo a este respecto un importante plus en materia de seguridad. CONSECUENCIAS DE NO VIAJAR A CONTRAMARCHA Según un estudio de 2008 llevado a cabo por distintos laboratorios oficiales (EECV Q-DUMMIES REPORT – Advanced Child Dummies and Injury Criteria for Frontal Impact) en el que se analizaron las lesiones potenciales en accidentes de tráfico, las lesiones sufridas por los menores son de diferente tipología según el sistema de retención utilizado: 1. Si la silla es un dispositivo de frente con arnés, las lesiones se producen por impacto en la cabeza y/o elongación cervical. 2. Si la silla es un dispositivo de frente con escudo, aunque no había datos por aquel entonces de este tipo de dispositivos, ya se deducía que podría haber impacto directo en la cabeza, eyección total o parcial y penetración abdominal. Con el paso del tiempo, y con datos de accidentes reales en la mano, se sabe que el riesgo de decapitación interna en estos dispositivos es 20 • mama también muy elevado. 3. Si la silla es un dispositivo de grupo 2/3 el riesgo reside en impacto directo en la cabeza o penetración abdominal. 4. Si la silla es un Grupo 0+ existe riesgo de fractura de ambos fémurs. 5. Si la silla es un dispositivo ACM el riesgo de lesión se reduce prácticamente a 0. Cuando un niño no viaja a contramarcha y tiene un accidente se expone a una lesión segura si dicho accidente es frontal (que normalmente es el más frecuente) y dependiendo del dispositivo en el que viaje, la lesión será más o menos grave. Sólo cuando le colocamos de espaldas a Las sillas ACM aumentan en un 500% las opciones de salir ilesos de un accidente la marcha podemos aspirar a la lesión 0, que en definitiva, es lo que todos los padres buscamos cuando miramos una silla de auto. “En todos los años de profesión que llevo a mis espaldas, ningún padre ha venido a pedirme una silla en la que ‘solo se le rompa el cuello al niño’ o en la que ‘como mucho sufra un traumatismo craneoencefálico’. Por lo tanto, si los padres ponemos a nuestros hijos en sillas de frente de manera prematura es porque desconocemos por completo que les estamos exponiendo a una lesión segura en el escenario más frecuente y lesivo, la colisión frontal o fronto-lateral)”, explica la fundadora de la plataforma A contramarcha. CUANTO MÁS TIEMPO, MEJOR • NOVIEMBRE 2015 Desde el punto de vista del resultado, siempre deberíamos viajar a contramarcha, ya que no existe una edad en la que viajar de frente a la marcha sea mejor o igual que hacerlo de espaldas. Con los datos en la mano, si una silla ACM es un 500% más segura que una silla de frente con arnés o con escudo, debemos pensar que lo idóneo es que los niños viajen el mayor tiempo posible en el sentido contrario a la marcha. Cristina Barroso explica que como edad orientativa para los padres se establecen como límite mínimo de uso los 4 años de edad, pero añade que si nuestro niño alcanza esa edad y aún puede seguir utilizando la silla porque no haya alcanzado los límites de peso y altura para los que está homologada, “lo ideal es que alarguemos el tiempo de uso al máximo.” La especialista lamenta que en nuestro país desconozcamos habitualmente este dato. De hecho, en general, los padres nos sorprendemos cuando vemos a niños de más de un año de edad en sillas ACM, pues estamos convencidos de que esto sólo es posible hasta los 9 kilos de peso. No obstante, España es el país europeo que más rápido se está subiendo al tren de la seguridad. “Salvo en los países nórdicos (Suecia, Noruega y Finlandia), en el resto de Europa el conocimiento de la contramarcha está arrancando. En España hemos dado un salto cualitativo importante y ya estamos a años luz de países que van mucho más despacio, como pueden ser Francia, Italia o, incluso, Alemania. Aún así, todavía queda mucho por hacer”. Al final, como afirma la experta, la solución a un problema de seguridad “no siempre se encuentra en la Ley”. En ese sentido, destaca la importancia de las campañas publici-