Madresfera Magazine 01 - Noviembre 2015 | Page 16

[ HISTORIAS PERSONALES ] comentarios de un blog exponían su vida, pedían consejos, se sentían identificadas y comprendidas”. Para ofrecerles a las madres que comentaban en su blog mayor privacidad, Zulema decidió crear un grupo privado de Facebook donde compartir experiencias y encontrar apoyos. Nada mejor que otras madres separadas para entender las circunstancias de las integrantes del grupo: “Hay muchas cosas con las que una persona puede empatizar, pero para ayudar en estos problemas se necesita entender realmente, saber qué se está sintiendo, y esto es prácticamente imposible cuando no has pasado por ello. Lo que para otras personas parece una nimiedad, para una madre separada es como dos mundos enteros en ese momento” reflexiona. El grupo de Facebook ha estado funcionando durante un año y, a la par, Zulema y Verónica han estado trabajando de forma anónima para hacer crecer el proyecto. Al mismo se han sumado diferentes profesionales (abogados, psicólogos, educadores y trabajadores sociales) que dan un asesoramiento legal gratuito a las madres que lo necesiten. El crecimiento de la comunidad, que supera ya las 300 participantes, les hizo ver que era necesario dar un paso más, superar las fronteras de Facebook para llegar a otras muchas madres que siguen buscando apoyos. “Decidimos ir creando poco a poco un espacio donde reunir toda la información necesaria pero que, a la vez, sirviese de altavoz para toda aquella madre que quisiera contar su experiencia, ya sea con su nombre o de forma anónima, para dar visibilidad a los diferentes casos que existen y lo que suponen para las familias. Con Madres Separadas queremos seguir avanzando. Aún quedan varias funcionalidades en la página web como las consultas extensas con profesionales, y también queremos crear un banco de tiempo especializado en madres separadas. Por otro lado, estamos con gestiones para finalmente darnos de alta como asociación, planificando diferentes talleres virtuales (queremos trabajar la autoestima, el emprendimiento y todo lo que pueda ayudar) y, en breve, lanzaremos grupos de apoyo presenciales. La idea es comenzar yo en Las Palmas desde la Asociación Maternal Espacio Vida, y poco a poco ir sumando ciudades mediante voluntariado que quiera ayudar a gestionar presencialmente cada grupo. Todo esto aparte del grupo de apoyo virtual que por supuesto seguirá activo”, explica. 16 • mama • NOVIEMBRE 2015 UNA REALIDAD INVISIBLE Zulema Acosta asegura que hay más madres separadas de las que lo comentan, algo que entiende, ya que se trata de un aspecto de la vida íntima que a veces cuesta exteriorizar. ¿Cuesta dar el paso y separarse? “Sí, por supuesto que sí. El qué pasará después pesa mucho en muchas cabezas, más aún cuando hay niños de por medio o las relaciones han sido muy largas. Ahí, desde luego, no podemos hacer nada, las decisiones son de cada uno”, responde. La falta de apoyo, a todos los niveles, es otro hándicap contra el que tienen que luchar las madres separadas. Para la bloguera canaria encontrar apoyo “es a veces complejo, porque sólo una persona que sepa de verdad por lo que estás pasando, no te juzgará ni minimizará tus problemas. Que haya tantas mujeres en el grupo es la prueba de ello”. No es mayor, tampoco, el apoyo que brindan las instituciones, a las que Zulema reprocha no tener un personal “mejor cualificado en muchos sentidos, más humano y con más capacidad de escucha”. Las ayudas, además, brillan por su ausencia. Apenas existen ayudas específicas y las que hay, como por ejemplo el cheque familiar a las familias monoparentales, se deniega a madres separadas que tienen establecida una pensión alimenticia, “aunque realmente esas madres no estén recibiendo esa pensión y existan denuncias de por medio”. Según Zulema, el problema más común, por numeroso, con el que se encuentran las madres separadas es el “tener que explicar a los hijos la ausencia voluntaria de un padre que no muestra el menor interés en ellos. Tener que explicar algo que ni siquiera las madres conocen es un gran problema y supone un gran dolor”. En su caso, como ella misma reconoce, sus hijos eran demasiado pequeños, “por lo que no tienen un recuerdo real de la vida en común. Para ellos, vivir separados y pasar la mayor parte del tiempo conmigo ha sido lo normal”. A pesar de la falta de tiempo, Zulema Acosta afirma que t Y[