[ HISTORIAS PERSONALES ]
M
adurez. Para Zulema Acosta, la maternidad fue ligada a una madurez acelerada. Ser madre a los 17 años le cambió
la vida y le hizo replantearse y cambiar
el rumbo que hasta entonces había
tomado. “No ha sido un camino de rosas, pero hemos
salido adelante. Puedo decir que ha sido y es la mejor
experiencia que como mujer he podido vivir”, afirma.
Al hecho de ser madre tan joven se unió una dificultad añadida, la separación del que era su marido, “un
proceso doloroso, aunque no tanto como lo fue el matrimonio”. La bloguera canaria reconoce que le costó
tiempo asimilar “muchas cosas”, pero que gracias a un
buen tratamiento psicológico consiguió salir adelante
y ser la mujer que es hoy en día: “A veces se necesita
ayuda para poder entender, para reencontrarte. Es un
proceso lento y complejo pero que vale la pena”.
me sorprendí de que el tema de las separaciones y
las ausencias voluntarias de los padres no se mencionase siendo tan común, mucho más común de lo que
podamos pensar inicialmente. Y me dije que hasta ahí
llegaba la pasividad”, recuerda.
Entonces, y aunque reconoce que no le gusta hablar “públicamente” de determinados temas, decidió
contar lo que ella sentía como madre separada al ver
marchar a sus hijos durante el verano, cómo afectaba a los niños la ausencia de la figura paterna, cómo
había vivido ella su maternidad en soledad... “Aún no
sé cómo sucedió, pero a los artículos fueron llegando
muchas madres que compartían cada palabra. En fríos
Zulema siempre ha tenido el apoyo incondicional
de su familia, pero además de con su ^