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16 Tema Central Bolivia Tema Central Bolivia enero - marzo 2019 Las regiones de América Latina y Caribe están acelerando su enfoque en la seguridad cibernética y lo están priorizando en su agenda social y de política. Los líderes del gobierno no pueden ignorar el hecho de que los incidentes de seguridad cibernética están aumentando, tanto en alcance como en su escala. Reconociendo su responsabilidad con su país y los ciudadanos, deben tomar las medidas y hacer las inversiones necesarias para abordar la resiliencia de los servicios e infraestructuras básicas de su país y poder recuperarse rápidamente de los incidentes cibernéticos, mientras continúan acogiendo las oportunidades que se presentan al tener una sociedad conectada. Los 32 países de la región tienen diferentes enfoques, actitudes y prioridades en cuanto a la seguridad cibernética. Las siguientes observaciones de alto nivel muestran las tendencias actuales. Ciberseguridad en América Latina y el Caribe 1. Los gobiernos reconocen la importancia de asegurar el acceso asequible a los servicios de la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC) para la innovación empresarial, el crecimiento y la prestación de servicios públicos. Sin embargo, la penetración de Internet es todavía muy baja (un promedio de menos del 50%) en aproximadamente la mitad de la región. Iniciativas de desarrollo económico de toda la región están pidiendo inversiones de banda ancha y modernización de la infraestructura para impulsar a sus países hacia la era digital. 2. La adopción de una estrategia de seguridad cibernética nacional es posiblemente uno de los elementos más importantes del compromiso de un país en asegurar la infraestructura cibernética, servicios y ambiente de negocios de los que dependen su futuro digital y el bienestar económico. Algunos países le han dado prioridad a la seguridad cibernética como una preocupación nacional y están estableciendo políticas formales de seguridad cibernética y construyendo las capacidades de organismos pertinentes. Hasta la fecha, solo seis países de la región han adoptado estrategias de seguridad cibernética: Brasil, Colombia, Jamaica, Panamá, Trinidad y Tobago y Uruguay. Otros países, entre ellos Argentina, Antigua y Barbuda, Bahamas, Costa Rica, Dominica, El Salvador, Haití, México, Paraguay, Perú y Suriname, se encuentran actualmente adelantando la articulación de una estrategia potencial. 3. La sociedad, en gran parte, desconoce los riesgos y vulnerabilidades asociadas con el uso de las TIC. Es importante que los gobiernos describan los riesgos y oportunidades asociadas con el aumento de la conectividad y la dependencia de Internet. Diferentes iniciativas de sensibilización, como las que han comenzado a surgir en muchos países y que han ayudado a construir una comprensión compartida de la importancia de la seguridad cibernética, también pueden conducir a la acción. Dos ejemplos son la campaña “La seguridad de la información comienza por ti” de Venezuela y la campaña internacional STOP. THINK. CONNECT., cuyos objetivos son educar al público sobre los problemas de seguridad cibernética a través de charlas públicas, foros y talleres. Iniciativas como estas son importantes porque pueden aumentar la conciencia de los riesgos cibernéticos inherentes a un país y fomentar el desarrollo de soluciones específicas para aumentar la resiliencia cibernética. 4. El establecimiento de asociaciones público-privadas de confianza y mecanismos formales de intercambio de información sigue siendo limitado en la región. La mayoría de las autoridades nacionales mantienen líneas abiertas y activas de comunicación y colaboración con los sectores críticos y empresas clave, y 17 reconocen la importancia de compartir la inteligencia oportuna y procesable. Sin embargo, la desconfianza entre las partes interesadas ha disminuido la colaboración; y la ausencia de centros reconocidos de intercambios o corredores de información autorizada todavía obstaculiza la capacidad de establecer mecanismos de intercambio de información formales. 5. La respuesta a las crisis o los mecanismos de presentación de informes están en etapas iniciales en la región, y la capacidad para abordar de manera proactiva las amenazas cibernéticas es limitada. Aproximadamente la mitad de los países de Sudamérica han establecido y operacionalizado Equipos de Respuesta a Incidentes de Seguridad Informática (CSIRT, por sus siglas en inglés; también conocidos como “CERT”). Otros Estados están evaluando los requisitos para montar y poner en práctica este tipo de capacidad. Algunos países, como Colombia, ya tienen iniciativas maduras de respuesta a incidentes y, como tales, pueden proporcionar servicios de respuesta a incidentes de entidades gubernamentales y del sector privado. 6. Los esfuerzos para desarrollar marcos legales integrales para combatir la delincuencia cibernética, un objetivo importante de la estrategia de seguridad cibernética de la OEA, están en marcha en toda la región. Aunque solo dos de los 32 Estados Miembros de la OEA (República Dominicana y Panamá) se han adherido a la Convención de Budapest sobre el delito cibernético, casi todos los Estados Miembros han aumentado sus esfuerzos de aplicación de la ley a nivel nacional y han actualizado la legislación nacional para luchar contra el delito cibernético y fortalecer las leyes de protección de datos y privacidad. El enjuiciamiento de los delitos cibernéticos en la región, sin embargo, todavía se ve obstaculizado por la ausencia, en la mayoría de los Estados, de un mecanismo formal para denunciar incidentes cibernéticos. Incluso si se denuncia un incidente, la mayoría de los países cuentan con capacidades forenses insuficientes para investigar y enjuiciar delitos, o el sistema de justicia penal no ha desarrollado la capacidad de manejar las pruebas electrónicas o hacer cumplir las leyes de delitos informáticos existentes y actualizadas. 7. Algunos gobiernos están aprovechando su mayor conectividad a Internet para explorar oportunidades de desarrollo de tecnología, ampliar su industria interna de tecnología y poner en marcha interesantes programas cibernéticos de investigación y desarrollo (por ejemplo, Start-Up Chile y Visión 2018 de Costa Rica). También han comenzado a ofrecer incentivos, en forma de créditos fiscales, subvenciones y becas para promover el desarrollo de una industria local de tecnología y fomentar la innovación, la educación, la seguridad cibernética, la creación de capacidades y la creación de empleos. Es alentador que la seguridad cibernética y la resiliencia ocupen un lugar destacado en la política y los programas sociales en América Latina y el Caribe. Si bien ningún país está listo cibernéticamente, muchos están empezando a tomar medidas significativas para evaluar sus desafíos específicos de seguridad cibernética en términos económicos y comprometer recursos limitados para lograr sus objetivos. Si bien sigue habiendo brechas en la preparación para la seguridad cibernética en toda América Latina y el Caribe, la región entera está avanzando y madurando su compromiso con la creación de una sociedad más segura, resiliente y conectada. Observatorio de Ciberseguridad en América Latina y el Caribe