M2:ECO-Andes 2.3 M2-2.3 | Page 2

I CURSO VIRTUAL PARA PERIODISTAS // MÓDULO II La creciente demanda de alimentos, forraje, com- bustible y materias primas está aumentando las presiones sobre la tierra y la competencia por los recursos naturales. Al mismo tiempo, la degrada- ción está reduciendo la cantidad de tierra produc- tiva disponible, principalmente por factores exter- nos que afectan directa o indirectamente la salud y la productividad de la tierra y sus recursos asocia- dos, como el suelo, el agua y la biodiversidad. Factores de cambio como nuevos usos de la tierra y la transformación de paisajes naturales a zonas agrícolas, en general, tienen un impacto directo en la cantidad y calidad del agua que se utiliza en las montañas y en las tierras bajas. Las amenazas que generan estos cambios incluyen el incremento al riesgo de deslizamientos. Estos factores de cambio no son nuevos; sin em- bargo, la presión actual es cada vez mayor y los procesos de destrucción de los hábitats naturales continúan, en principio, por la ausencia de políticas públicas adecuadas y el conocimiento sobre estos ecosistemas, e indirectamente por factores socioe- conómicos. Problemáticas y oportunidades para el cambio Los derechos sobre la propiedad de la tierra y los recursos naturales de las montañas también son otro factor de cambio y generador de conflictos. En términos generales, la propiedad de la tierra en las montañas está en manos de comunidades cam- pesinas y la propiedad de los recursos naturales en manos del estado, que otorgan derechos sobre estos a terceros, impulsados por las fuerzas del mercado forestal, hidroenergético y, en especial, el minero. Minería es una actividad que en los paí- ses andinos se ha promovido fuertemente en las últimas dos décadas, y en muchos casos ha pro- movido en países como Ecuador y Perú actividades informales e ilegales entorno a la extracción de oro. Las montañas también son zonas de riesgo para las actividades humanas, debido a los terremotos y erupciones volcánicas, procesos naturales que condicionan su desarrollo. Por otro lado, las po- blaciones de montaña son muchas veces directa- mente responsables de algunos desastres como resultado de sus prácticas de manejo, aunque es evidente la limitada respuesta a emergencias en las montañas, comparadas con las tierras bajas. 1