La nueva dinámica de trabajo virtual traería consigo un aumento en la productividad laboral , traducido en que las personas podían atender más reuniones ( Según un estudio de la empresa Vitali , en el período de junio 2020 a diciembre 2021 se presentó un alza del 7.4 % en las reuniones de trabajo de sus equipos ) y el tiempo disponible por la falta de desplazamiento hacia y desde el lugar de trabajo terminó destinándose a adoptar más carga laboral . Sin embargo , esta realidad ocasionaría lo que se le conoce como : “ El Síndrome del trabajador quemado ” o Burnout , manifestado en las personas con patrones de ansiedad , agotamiento extremo , insomnio , entre otros , e impactando negativamente en la motivación y productividad laboral . A su vez , el Burnout estaría relacionado a lo

que el académico estadounidense Anthony Klotz conceptualizaría como : “ La gran renuncia ” o The great resignation ( En octubre del 2021 , un total de 4.2 millones de personas dejaron sus empleos voluntariamente en ese país ). Otra perspectiva a considerar es que las personas al trabajar desde casa estuvieron expuestas a un entorno nuevo , disponiendo de “ tiempo ” para compartir en familia , prácticas de ejercicio , ocio , capacitación ,

etc ., sin descuidar los objetivos , resultados y metas . La mezcla de estos factores y el potencial retorno al trabajo presencial ha hecho que las personas se pregunten : ¿ Qué sentido tiene lo que hago ? ¿ Vale la pena continuar trabajando para esta empresa ? ¿ Es este el mejor uso de mi tiempo ? ¿ Hay algo más fuera de aquí ?, colocando el balance vida-trabajo en un lugar prioritario .