Lo obligado son los mariscos. Mundialmente famosos son los camarones y sus compañeros pulpos, jaibas, almejas, y variedad de pescados, que se pueden adquirir congelados en el Mercado de Mariscos, o, mejor aún, sentarse a saborearlos en los magníficos restaurantes de la isla, donde los preparan según la manera carmelita, es decir:“ para hacerse agua la boca”.