I CURSO VIRTUAL PARA PERIODISTAS // MÓDULO I
Las yungas se extienden por las laderas montaño-
sas y cordilleras de las vertientes orientales de los
Andes del Centro. Es decir, desde el norte de Perú
hasta el centro de Bolivia, entre la puna húmeda
que la limita por el oeste y las llanuras de la Ama-
zonía, desde los 6° y 13 ° LS. Todos los ríos de los
Yungas drenan hacia la Cuenca Amazónica. Este conjunto de factores genera una gran varie-
dad de condiciones bioclimáticas, desde climas
muy secos hasta muy húmedos, con diferentes
ritmos anuales de lluvias (pluvial, pluviestacional y
xérico —hábitat con bajo volumen de humedad—),
combinados con toda la variación altitudinal de la
temperatura.
Los Yungas ocurren desde los 500 a más de 4.000
msnm de elevación. Este amplio rango hace que
las temperaturas sean muy variables. Al igual que
las diferentes orientaciones y exposición de las la-
deras y valles yungueños influyen en la distribución
de las cantidades de lluvia en diferentes zonas (p.e.
los valles más protegidos y laderas con orientación
oeste reciben menos lluvia que en promedio). Esta variedad de factores hace que los ecosistemas
y la vegetación a nivel de especies de flora y fauna
de las Yungas sean muy diversos. Destacan grupos
como orquídeas, aves o anfibios.
Predominan los vientos alisios zonales del océano
Atlántico que, al chocar contra la cordillera andina,
los vientos cálidos y cargados de humedad, ascien-
den y por tanto se enfrían. Este proceso llamado,
convección genera nubosidad y neblinas constan-
tes generando precipitaciones durante la mayor
parte del año.
Se destaca también como una región de pen-
dientes extremas, se reporta que de 50 a 100 km
en distancia los cambios en altitud son de 3000 a
4000 metros.
Ecosistemas de montaña y desarrollo sostenible en los Andes
Las Yungas conectan las zonas pobladas y bajo cul-
tivos de zonas altas o punas con los pisos de valle,
templados y cálidos con producción de cultivos de
importancia económica y comercial para los pobla-
dores como coca, café, cítricos, entre otros.
Los bosques de neblina propiamente dichos se ubi-
can entre los 2.000 y 3.000 m de elevación en los
Andes del Norte y en las Yungas, y se denominan
así por estar rodeados diariamente de una capa de
niebla que incide en su funcionamiento y estruc-
tura. Son bosques muy diversos que pueden tener
una presencia abundante de palmas principalmen-
te del género Ceroxylon, y especies arbóreas repre-
sentativas como Podocarpus (“romerillo”), Cedrela
(cedros de altura), Cinchona (árbol de la quina),
Alnus (aliso), o Juglans (nogal). Cubren el 11% (o 31
millones de hectáreas) del área total de bosques de
los siete países que comparten los Andes.
Este porcentaje, aparentemente pequeño, sin em-
bargo, es la fuente directa de agua y otros servicios
ecosistémicos de los que dependen 40 millones de
personas (21% de la población total de estos países).
Los bosques montanos (bosques nor-
teandinos y las Yungas) cubren la
mayor superficie de áreas naturales
en los Andes Tropicales (362.152 km 2
equivalente al 24,56% del área) y cons-
tituyen el paisaje matriz dominante,
representando el 53% del total del
número de ecosistemas identificados.
Se extienden desde el piedemonte (600
± 100 msnm) hasta el límite arbóreo,
que varía de acuerdo con la latitud y
la historia de uso del suelo, pero que
generalmente se encuentra sobre los
3.500 m de elevación.
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