La mano izquierda señala
el Corazón con la corona de
espinas, traspasado (san-
grando) y envuelto en un
fuego que ilumina el rostro.
El Sacerdote,
signo de contradicción
como el Corazón de Jesús
De las llamas sale una
cruz, como describe la visión
de Santa Margarita María de
Alacoque. La luz se hace más
intensa cuando el Icono reci-
be la luz trémula de lámparas
de aceite o de cirios, como
indica la Liturgia bizantina.
Jesús, el Hijo de Dios, Sabiduría
eterna, esplendor del Padre, luz del
mundo, ha sido establecido como
SIGNO DE CONTRADICCIÓN.
Tú... quisieras complacer a todo
el mundo. Quisieras ser aprobado
por todos, recibir las felicitaciones
de todos. ¡Lejos de ti todo eso!
«¡El discípulo no es más
que el Maestro!»
En cambio, soporta con fe los
disgustos, los errores. Acepta que
contradigan tus palabras y que
critiquen todo lo que hagas. Sufre
que te reprochen hasta tus conse-
jos más prudentes y tus intencio-
nes más santas. Pero, por encima
de todo, aprende a callar y alimen-
tar en tu alma los sentimientos
más tiernos del Corazón de Jesús.
En medio de los conflictos, per-
manece DULCE, BONDADOSO,
PACIENTE, y domina tu lengua.
Como Jesús, tranquilo en medio del
mar desencadenado,¡Mira al Cielo!
Si actúas así, consolarás mucho
al Corazón de Jesús; darás gloria
a Dios y edificarás a tu prójimo.
- La mano derecha nos ben-
dice formando con los dedos
las iniciales ICXC del mono-
grama de Jesucristo, escrito
arriba a ambos lados del
nimbo.
- Los párpados, mejillas y
el cuello de Jesús manifiestan
la presencia del Espíritu
Santo en la figura transfigu-
rada de Cristo Resucitado. El
alargamiento del rostro invi-
ta a un movimiento espiri-
tual.
“Si quieres saber quién eres,
no mires lo que has sido,
sino la imagen que
tenía Dios al crearte.
En Él está toda su divinidad
y toda nuestra humanidad”.
“Si la injusticia cae sobre mí
y me hiere, oh mi Salvador,
concédeme guardar silencio
contigo en una santa paz”
(San León Magno)
Hna. María del Sagrado Corazón Bernaud
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