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Cántico sobre los divinos atractivos del Corazón de Jesús19
Profundidad, abismo impenetrable
De virtudes, de gracia y perfección,
¡Oh tesoro; caridad inagotable
De Jesús, amoroso Corazón!
¡Oh de grandezas y de hechizos centro!
¡Oh morada de paz y claridad!
En ti, Sagrado Corazón encuentro
los mil rasgos que ofrece la Deidad.
Advierto en Él la llamarada pura
que in Amor infinito lanza a fuera.
¡Oh qué placer, qué celestial dulzura
perderse toda en tan ardiente hoguera!
Allí el cielo, calmados los furores,
se muestra al pecador blando y propicio
y el Dios grande Señor de los señores,
Allí se nos inmola en sacrificio.
Allí se rinde a Dios digno homenaje,
y parece más grande en su abyección el Verbo...
Y mudo el que inventó el lenguaje
mejor habla el humano corazón.
Allí el sab er de la Deidad se encierra
y prodígale el Padre sus caricias,
Y en éxtasis feliz dice a la tierra:
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Cant. de la Beata, pág. 518