LUMEN
Edición #1 • Agosto 2014 • Página 85
La segunda parte cuestiona si el comportamiento ciudadano de tales masones autóctonos
responde a un supuesto adoctrinamiento masónico-político, o si se trata de un proyecto
individual. Primeramente, argumentamos nosotros, la masonería no es un partido político, ni
tampoco adoctrina a nadie. Sí, posee e inculca una serie de principios éticos, que resultaban
contrapuestos a la situación imperante en la Cuba colonial, con la que éstos se enfrentaban.
Brevemente repetimos aquí, lo que ya escribimos, con respecto a este tópico, para el
Congreso del CEHME en Gibraltar, en el año 2012. Citando el libro de la Prof. Margaret Jacob39
dijimos: (1) las logias eran espacios en una nueva zona de la sociedad civil, donde (2) el mérito
debía ser el único criterio de status dentro de la logia, (3) primero y por sobre todo, las logias
eran escuelas de gobierno; (4) las logias incuban la creación de sociedades civiles
constitucionalmente gobernadas, las que so