Roma
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Fontana di Trevi
Plaza de San Pedro
Coliseum
Vaticano
Romulo y Remo
Cuenta la leyenda que Rea dejó a sus gemelos Romulo y Remo, en una cesta, a orillas del río Tíber. Encontrando esta cesta la loba Luperca, quien los amamantó y cuidó hasta que fueron entregados a un matriomio de pastores.
Histórica ciudad donde las haya, cada rincón cuenta con un encanto difícilmente comparable, donde la magia se apodera por cada calle recorrida y museo visitado.
Lugares como el Coliseum, el Castillo de Miguel Angelo, el Vaticano (hay que tener paciencia para entrar, pues se forman grandes colas desde bien entrada la mañana), la Capilla Sixtina, los parques y villas que tiene, las catacumbas, pisar la Via Apia (una de las más importantes calzadas de la antigua Roma), recorrer el Foro Romano, entrar en las iglesias, disfrutar de la comida italiana..son sólo algunas de las muchas opciones que el turista va a encontrar en su visita.
Al mismo tiempo, es una ciudad moderna, donde el transporte público no se queda atrás y el turista puede fácilmente utilizar el metro, el tranvía y autobuses para desplazarse. El único inconveniente...que hay mucho tráfico en la ciudad. Es muy común que los romanos utilicen motos y hay que mirar bien dos veces antes de cruzar en algún paso de cebra.
No hay que olvidar la tradición de tirar una moneda en la Fontana de Trevi, para poder regresar a Roma. Sin duda, el visitante quedará encantado y volverá de nuevo.